Conferencia de Antonio Planells

La Infantería de Marina, del peligro de extinción a la plena implicación

  • El comandante general de Infantería de Marina ofrece una conferencia en la Academia sobre la historia reciente de la Infantería de Marina

Antonio Planells, durante su conferencia en la Academia de San Romualdo.

Antonio Planells, durante su conferencia en la Academia de San Romualdo. / Ayuntamiento San Fernando

La Infantería de Marina cumple en unos días 482 años de historia, conmemoración esta como en años anteriores en los que siempre se acude al origen y se destaca las hazañas y los héroes de antaño. Por eso, sin embargo, el comandante general de Infantería de Marina, el general de división Antonio Planells Palau, quiso centrarse en los últimos 70 años al recoger la invitación que le hizo la Academia de San Romualdo que se unía así al reconocimiento a un cuerpo tan vinculado con la ciudad. El martes ofrecía la conferencia La Infantería de Marina. Una historia reciente. 70 años sirviendo a España en la que repas

aba su recuperación y evolución después de unas primeras décadas del siglo XX en la que estaba llamada "a extinguirse"

Planells repasó a lo largo de intervención algunas de las principales misiones realizadas por las distintas unidades de la Infantería de Marina, agrupadas por características, entre las que destacó las anfibias por la capacidad de acción que, actualmente, permiten. "Son nuestra razón de ser", comentó, para remontarse –dentro de esos 70 años que se había puesto de límite– a la intervención en el año 57 cuando Marruecos se independiza y se producen incursiones de guerrilleros contra los territorios de Sidi Ifni y el Sahara. "Se manda a la Infantería de Marina reforzar las cabezas de playa, porque son el único vínculo que hay con la Península y con Canarias", señaló el general de división. La defensa de estos espacios permitía el trasiego de suministros.

En el año 69 en la salida de Ifni de España se vuelve a contar con el cuerpo para que proteja la retirada de los españoles. Lo mismo sucede con la cesión de Guinea, aunque en este caso las peleas internas por el poder obligan a poner en marcha un modelo de evacuación de los compatriotas españoles. "Se activó un batallón del Grupo Especial que embarcó en medios anfibios. No hubo que lamentar ninguna desgracia. Otros países copiaron el modelo en los años 80 y 90", detalló.

De este tipo de operaciones, en cuanto a su operatividad actual, insistió en la bondad de los medios anfibios, es decir "la unión de los barcos con los infantes", porque no ocupan el terreno. "La base es el barco y permite atender allí las necesidades del lugar. Es una herramienta útil en determinadas circunstancias", defendió. Como ejemplos, puso la participación en acciones humanitarias en Centroamérica con el Huracán Mitch o el terremoto de Haití –"una actuación inmediata en la que con el barco se pudo navegar por la costa para atender las necesidades de cada zona: asistencia sanitaria, reparación de transformadores, desembarco de mercancías, desescombros"–.

De las misiones en la mar, Planells habló de la participación en Libertad Duradera para la vigilancia marítima con el fin de neutralizar a barcos que cargaran con armamento y armas de destrucción masiva. Fue tras los atentados de las Torres Gemelas. En este caso la fragata Navarra y el buque Patiño que navegaban por la zona del Cuerno de Africa recibieron el aviso de bloquear un barco con bandera norcoreana. "Se localizó el barco que se negó a parar y las fuerzas tuvieron que abordarlo, el primer abordaje en siglos. Se encontraron 15 misiles", resumía.

En tierra, y en colaboración con el Ejército de Tierra, primero con la OTAN y después con la Unión Europea (UE) al mando, los infantes de Marina han participado en Bosnia en misiones de implementación (para que se cumplieran los acuerdos firmados por las partes) y de estabilización (para conseguir la convivencia de la sociedad). "Desde 1996 hasta 2010 siempre estuvimos presentes", apuntó el comandante general de Infantería de Marina. Planells contó en torno a esta misión una anécdota: en 1996 el sargento Luna –hoy subteniente en la flotilla de aeronaves– consiguió al mando de un pelotón abortar un posible golpe de Estado de los generales Grubac y Milosevic.

Participación en misiones en El Líbano, Haití o Afganistán forman parte de esta operatividad en tierra en la que prestan servicio para garantizar la seguridad de la población, pero también la seguridad de los contingentes o para la formación y adiestramiento de fuerzas amigas. Actualmente se desarrolla esa seguridad cooperativa (de adiestramiento y de protección de los adiestradores) en Mali o en Irak (donde se da apoyo en las acciones contra terroristas).

En territorio nacional el responsable de la Comandancia de Infantería de Marina recordaba la colaboración en el desastre del Prestige, la cooperación con las Fuerzas de Seguridad del Estado para proteger objetivos como la vía del tren entre Sevilla y Córdoba (donde apareció un artefacto explosivo un año después de los atentados de Madrid) o la protección del monte gallego contra los incendios, junto al Ejército de Tierra.

En el presente, las operaciones en la mar (Atalanta y Sophia) son las de más profusión, reconoció Antonio Planells.

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