Concierto

Pastora Soler en Bahía Sound San Fernando: "Ganas especiales" en un tierra de respeto

  • La artista canta sus nuevos temas y realiza un repaso a su trayectoria musical ante un público entregado

Pastores Soler, con uno de sus músicos, en el concierto de Bahía Sound San Fernando.

Pastores Soler, con uno de sus músicos, en el concierto de Bahía Sound San Fernando. / Germán Mesa

"Habrá tiempo de cantar, bailar, reír y llorar". Pastora Soler revela nada más empezar su concierto en el Bahía Sound San Fernando qué debe esperar el público, su público, de una velada a la que la artista llega con "ganas especiales". Será más de hora y media de entrega, en la que la cantante realizará un derroche de voz, no podía ser menos, pero también de sentimientos y de ritmo.

Pilar Sánchez Luque brilla sobre el escenario en el que repasa su carrera, en palabras y canciones. El concierto es una narración, con y sin música, de su historia, profesional y de vida. Las composiciones cuentan historias, las de otros, en la que un intérprete puede reflejarse, lo dice Pastora, que en esta noche calurosa, con algo de humedad -"me encanta para la voz, pero no para el pelo", bromea-, detalla momentos importantes de su trayectoria. Quizás, después de estos años de pandemia, es momento de compartir y abrirse, más que antes. Y los presentes se lo agradecen, se ponen de pie, aplauden, cantan con ella y la vitorean.

Amigas, Aunque me cueste la vida, No te atrevas a olvidarme, Te despertaré suenan en la voz de la protagonista de la noche y en la música de la banda que le acompaña: bajo, guitarras, piano, batería y percusión. Que hablen de mí menciona a los sueños, y Pastora Soler cumple el de una seguidora isleña que por redes le pedía cantar con ella esta letra. "¿Querías cantar, no? Pues venga, vamos allá", anima a la joven, de nombre Paola. "Hay que tener mucho valor, las dos. Pero yo sabía que si decía esta canción iba a estar bien", asegura la artista tras uno de los momentos de la velada.

Canta Mi luz, Herida o La tormenta antes de dejar por unos minutos, mientras sus "musicazos", deleitan al público con un tema, y volver para iniciar ese recorrido por su carrera, que ha ido avanzando mientras encontraba su sitio, su sonido, entre éxitos, desengaños y distancia con la música, con nombres propios que la marcaron como Luis Sanz, Manuel Ruiz, Queco; o Antonio Martínez Ares. La copla, con 14 años; versiones en el segundo; un sonido con más ritmo en el siguiente paso (Dámela ya o Corazón Congelado, como ejemplos), para seguir cantándole al amor y una "canción joya, perfecta" después, y aparecer el compositor gaditano mencionado a continuación y Solo tu. Es el instante de coincidir con un alguien que escribe "los mensajes que hubieras escrito tú". "Te identificas con lo que dice la canción", apunta la artista de Coria del Río, que baja del escenario y se acerca al público, desde donde la escuchan su madre y sus hijas. 

En este itinerario profesional tienen un hueco Eurovisión y Quédate conmigo, qué derroche de voz que es correspondido por el público que la ovaciona; y una de las nuevas canciones, también Qué no daría yo y el respecto sin nombrarla a Rocío Jurado; ese respecto que le causa "abrir la boca en esta tierra, en La Isla, de la que ha salido mucho" para el mundo artístico. Es una despedida ficticia, porque Pastora regresa para hacer bailar al público, antes del verdadero adiós.

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