San Fernando

La Feria cambia sus reglas

  • El Ayuntamiento revisa las ordenanzas de las fiestas, actualiza tasas, pone límites a las casetas 'no tradicionales' y prohibe las atracciones con ponis

La próxima Feria del Carmen y de la Sal que los isleños celebrarán dentro de poco más de dos meses -y para la que la Delegación Municipal de Fiestas ha iniciado ya los preparativos- tendrá nuevas reglas. La ordenanza reguladora de las fiestas ha sido revisada y actualizada en su integridad. El Ayuntamiento acaba de dar su aprobación inicial al documento, que actualmente se encuentra en su fase de alegaciones y que viene, por un lado, a cubrir las carencias que presentaba la normativa anterior y, por otro, a adaptarse al nuevo marco legal y a definir los criterios técnicos y de seguridad que regirán para la instalación y apertura de casetas, puestos de venta y atracciones. Pero también se han modificado las ordenanzas fiscales que se aplican para la Feria y se ha añadido una nueva tasa, la reguladora de la tasa por distribución de electricidad en los recintos feriales durante la celebración de la Feria del Carmen y de la Sal y de la Feria de la Casería de Ossio. Fiestas, que acaba de anunciar la apertura del plazo de solicitudes para la instalación de casetas, tramita ahora todo este cambio normativo de la gran velada.

En realidad, como explica la propia responsable municipal del área, la concejala del PP Cristina Arjona, la revisión de todas estas ordenanzas no pretende cambiar la Feria isleña, tal y como se concibe desde hace años, sino ajustar una normativa que se había quedado anticuada y que precisaba de su adecuación al nuevo contexto legal y a los criterios técnicos y de seguridad que se exigen en la actualidad. "Hay que tener en cuenta que el punto de partida era una Feria en la que cada uno montaba su propia caseta casi como podía. Ahora todas son iguales. Una única empresa se encarga de su instalación bajo la supervisión del Ayuntamiento", afirma Arjona.

Con todo, la revisión del texto ha servido para introducir relevantes modificaciones en el articulado encaminadas a proteger la Feria más tradicional y las señas de identidad de las fiestas. Por ejemplo, se especifica claramente que las casetas "son de libre acceso, por lo que no se permitirá la instalación de casetas de propiedad particular". En teoría, no puede vetarse a nadie el acceso al interior de una caseta. La introducción de este criterio tiene un destinatario muy concreto: las casetas llamadas de copas, de bares o discotequeras, que han proliferado en los últimos años en detrimento de las tradicionales, que han venido a menos y han disminuido en número.

No se trata, sin embargo, de que el Ayuntamiento haya declarado la guerra a este tipo de casetas, que gozan de gran atractivo y popularidad entre los más jóvenes. Lo que se pretende con la revisión de la ordenanza, como explica la concejala de Fiestas, es dotarse de los instrumentos necesarios para garantizar su control. En ese sentido, el artículo 9.1. es bastante tajante: "A fin de proteger el carácter de la Feria como manifestación cultural, artística y estética de nuestra idiosincracia y sentir como pueblo andaluz, se prohibe el uso y destino de las casetas de Feria para manifiestaciones y formas de ocio ajenas por completo al espíritu y carácter de nuestra feria, tales como discotecas, bakalaeras o similares. Asimismo se prohibe el uso reiterado de música discotequera y de equipos de sonido de potencia y características desproporcionadas con las dimensiones de la caseta". La norma prácticamente da carta blanca al Ayuntamiento para acabar con las casetas que no encajan con el espirítu de la Feria isleña. "Este artículo se dirige expresamente a aquellas casetas que dan problemas", apunta la edil Arjona, que insiste en que el propósito de Fiestas es asegurar el control de estas casetas.

Junto a este articulado, uno de los criterios más llamativos de la nueva ordenanza de la Feria es la prohibición tajante de todo tipo de atracciones que utilicen animales en virtud de la Ley de Protección de Animales de 2003. Los clásicos carruseles de ponis desaparecerán. No estarán permitidos en la Feria isleña.

La ordenanza prohibe también el alquiler de caballos para paseo en el recinto ferial e inmediaciones y regula incluso la vestimenta que han de emplear los jinetes durante los paseos de caballistas, que en los últimos años han cobrado gran auge gracias a la Asociación Hípica de La Isla. "Serán las que tradicionalmente han sido utilizadas en Andalucía para este tipo de monta", advierte.

También, como advierte la concejala de Fiestas, se ha regulado la venta ambulante en el recinto ferial, ante el vacío -señala- que en este sentido dejaba la normativa andaluza.

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