La Escuela de Suboficiales de la Armada ha celebrado su 75 aniversario a la manera más castrense: con la jura de bandera de la 82ª promoción que se forma en este veterano centro militar de San Fernando, un acto solemne que ha presidido el subsecretario de Defensa, Alejo de la Torre Calle, acompañado del Almirante Jefe del Estado Mayor de la Armada, Teodoro López Calderón. 

Cerca de 200 alumnos -futuros suboficiales- han rubricado su compromiso con España y la Armada en un emotiva ceremonia castrense que han arropado y aplaudido numerosos familiares y en la que, inevitablemente, el aniversario de la Escuela, recordado también con otros actos que se han celebrado en los últimos días, ha estado muy presente durante toda la mañana.

De hecho, tanto el AJEMA como el comandante director de la Escuela, el capitán de navío Jesús Ángel Paz Pena, se han referido a esta efemérides en las respectivas intervenciones que han pronunciado tras la jura de bandera de los alumnos que se ha llevado a cabo en el patio de armas del centro docente militar y en la que la Unidad de Música del Tercio Sur de la Infantería de Marina se ha encargado de que no faltara Ganando barlovento ni otras populares marchas militares, imprescindibles en toda convocatoria castrense isleña.

Porque el aniversario de la Escuela de Suboficiales, la Esubo, se aprovechó para ensalzar de nuevo los valores y tradiciones de la Armada, a los que se aludió en este 75 aniversario como ese necesario nexo de unión entre el pasado y los retos de futuro que aguardan al cuerpo y para los que, de hecho, se preparan los futuros suboficiales. 

El AJEMA enumeró esos valores durante el discurso con el que arengó a los alumnos tras la jura de bandera: "El valor, basado en el conocimiento y la profesionalidad; la lealtad en todos los sentidos, con el superior, con el subordinado y con el compañero; el honor y la integridad moral, característica esencial del militar español; la disciplicina, como factor de cohesión e imprescindible para logar la eficacia en el combate; los espíritus de sacrificio y servicio, el compañerismo, la perserveracia y la flexiblidad...".

La jura contó con el emotivo homenaje a los caídos a las puertas del Panteón de Marinos Ilustres así como con el tradicional desfile, que puso el punto final al acto.