Cervantes se adueña del centro

Rodeados de compañeros de Las Carmelitas, de padres que se acercaron a ver el espectáculo y de isleños que paseaban por la calle Real, en las inmediaciones de la plaza del Rey y de la plaza de la Iglesia, un grupo de alumnos mostraron a los presentes algunos de los pasajes más reconocibles de El Quijote, de Miguel de Cervantes, sobre el que también declamaron acerca de su vida y obra. La atención de los espectadores, adultos y algunos niños curiosos, se reflejaba en las sonrisas y en las risas que arrancaban las escenas teatralizadas que este centro educativo sacó a la calle. Nada mejor, en estos días que se conmemora el 400 aniversario de la muerte del genial escritor, que poner a Cervantes en la plazas.

En torno a 20 estudiantes de segundo, tercero y cuarto de Secundaria han disfrutado de la experiencia. "En tercero se da específicamente Cervantes. Se trabaja y se leen algunos capítulos", cuenta Merche Pérez, una de las profesoras del seminario de Lengua y Literatura, que ha organizado la actividad. En total lo forman cinco docentes. De esas clases se pidieron voluntarios, a los que se sumaron los alumnos de segundo que fueron considerados los mejores de las representaciones que hicieron en la Fiesta Romántica. "Ellos no dan Literatura, pero se hace una introducción y se realiza esta fiesta", añade la profesora.

Ayer en la plaza de la Iglesia parte del grupo ofreció episodios de sobra conocidos por el público: el momento en que arman caballero a Don Quijote, la batalla de los molinos, el yelmo de Mambrino, la liberación de los galeotes. "Sirven además para mostrar algunos de los valores que se muestran en la obra, como la lealtad", apunta Merche. Para la representación los alumnos se valen de una compañera que hace las veces de narradora para explicar cada situación, y en cada escena de las vestimentas y del atrezzo que permitía al público viajar a la época. Mientras las ropas son el legado de otras actividades, que han ido guardando para posibles futuros usos, la armadura, la lanza o los caballos son elementos elaborados por la Asociación de Madres y Padres de Alumnos (Ampa) para esta ocasión. "Tenemos que darles las gracias", reconocía esta docente del seminario de Lengua y Literatura de Las Carmelitas. Como equino se habían servido de unas cajas pintadas a modo de cuerpo y cartón para dibujar las cabezas.

En la otra plaza de la propuesta, la plaza del Rey, los estudiantes se afanaban en explicar la figura de Miguel de Cervantes, uno de los chicos que hacía de escritor usaba su propio retrato para describirse al modo que lo haría el autor de El Quijote. En este rincón se representaba una parte del entremés El juez de los Divorcios, "que ellos podían entender, y que es gracioso". Siempre con el lenguaje adaptado para que pudiera comprenderse.