Para Bozano era un día especial. Suele serlo el Día del Libro, una jornada simbólica para los amantes de la literatura, que se vuelcan en actividades culturales y eventos vinculados a la lectura. Este año, además, para este histórico negocio familiar, la librería más antigua de Andalucía, la fecha tiene un marcado significado porque se encuentra inmerso en la conmemoración de su 95 aniversario. Para la celebración el establecimiento de la calle Rosario –el primero de sus dos locales– acogía hoy una lectura continuada de la gran obra de la literatura española, El Quijote. "Es la tradición", comenta Cristina García Guaita, actual gerente de la librería Bozano. Muchas personas quisieron participar de esta emotiva cita.

Un retrato del fundador del negocio, Francisco de Paula García Bozano, preside el lugar donde se ha colocado el atril en el que descansa el ejemplar de El Quijote que niños, jóvenes, adultos y mayores –de distintos centros educativos de la ciudad, entidades culturales y sociales, editoriales, y negocios, además de personas a título personal– leen a lo largo del día. Desde las 10.30 horas, con las autoridades de la ciudad, hasta la una de la tarde, aproximadamente, y ahora por la tarde hasta las nueve de la noche, los clientes que entran en la librería y los curiosos a los que atrae la megafonía colocada junto a la entrada observan cómo se van sucediendo los lectores ante las páginas de la obra cumbre de Miguel de Cervantes.

Francisco de Paula García Barroso, que ha estado trabajando en el negocio durante más de 60 años, y Cristina llevan toda la mañana ajetreados, atendiendo a todas las personas que llegan para prestar su voz a la celebración. Tras los responsables municipales del inicio de la jornada, acuden los colegios cercanos, Las Carmelitas y Almirante Laulhé; también Compañía de María, "allí están mis hijas", apunta García Guaita; Constitución y Raimundo Rivero, "mis hermanas son maestras en estos centros", añade. En torno a unos 40 alumnos se han animado durante la mañana a ponerse ante el atril y leer. Unos son decididos y salen rápido, otros se hacen los remolones e incluso dan el paso cuando ya termina el último de sus compañeros. Finalmente se anima uno más. Es el grupo de la Compañía de María que recibe como los demás estudiantes –desde Primaria hasta Bachillerato– unos obsequios: un clavel y una postal de la librería, como el resto de implicados, y una bolsa con material de papelería. "Es un detalle que hemos querido tener con los chicos", cuenta.

Momentos antes ella misma ha recibido el detalle que en su caso les ha traído el comercial del Grupo Planeta. "Se han interesado proveedores, representantes de las grandes editoriales, clientes", destaca la gerente, mientras su padre atiende a otros medios y saluda a todo el que entra en Bozano. Por la tarde estaba prevista la participación de la escuela de adultos, de miembros de las tertulias literarias, escritores y asociaciones de la ciudad, porque la idea era que estuvieran representados todos los ámbitos.

Han leído el presidente de la Academia de San Romualdo, José Enrique de Benito Dorrosoro; Juan Antonio Lobato, de la galería GH40; o la escritora María Elena Martínez Rodríguez de Lema, que también ha dejado su dedicatoria en el libro de firmas creado para la ocasión. Paco Melero ya había escrito unas líneas antes, "y esperamos que esta tarde venga a leer". "Ignacio Escuín, de Afil, ha estado haciendo fotos", comenta Cristina.

De Madrid viajaba la escritora Carmen Guaita, que conocedora del acto había decidido hacer una escapada a La Isla. "Cuando lo pusimos en los grupos familiares de Whatsapp, nos dijo que venía", explica la gerente sobre la ilusión que había mostrado su prima. "Me ha dicho que para ella no es un esfuerzo”, señala agradecida por la acogida que la conmemoración ha tenido.

Los 95 años de Bozano ya se vivían desde hacía unas semanas con las exposiciones de material antiguo del escaparate y un expositor interior. Queda pendiente, por ejemplo, otra muestra sobre tebeos antiguos.