Tamara Falcó ha sido una de las invitadas estelares del programa Martínez y Hermanos, el cual recientemente se ha estrenado recientemente en Cuatro. En esta ocasión, la Marquesa de Griñón ha deslumbrado a la audiencia con confesiones reveladoras sobre sus obsesiones, dejando perplejos a los otros invitados, Naiara y Garbajosa.

En un ambiente distendido, los presentadores del programa plantearon la pregunta sobre las obsesiones, y Tamara no dudó en compartir sus propias experiencias. Reveló una de sus obsesiones superadas, que consistía en evitar pisar las líneas del suelo. Con humor, describió cómo esta manía la llevaba a enfrentarse a situaciones complicadas, especialmente cuando las baldosas eran pequeñas. Sin embargo, señaló que con el tiempo, esta obsesión se desvaneció, reconociendo que llegó un momento en el que se volvió consciente de la irracionalidad de su comportamiento.

Tamara Falcó en 'Martinez y Hermanos'

Pero su sinceridad no se detuvo ahí. Tamara también compartió una obsesión actual: el constante cambio de la disposición de los objetos en su hogar. Desde su mudanza con Íñigo Onieva, ha experimentado una incesante necesidad de reorganizar su entorno. Aunque al principio estaba encantada con la distribución inicial, ahora se encuentra constantemente cuestionándola y moviendo elementos, incluso pasando horas cambiando la ubicación de, por ejemplo, los candelabros.

Ante la curiosidad del presentador sobre la reacción de su esposo ante este comportamiento, Tamara aseguró que Íñigo lo lleva de manera positiva, incluso elogiando sus cambios. Esta dinámica revela una armonía dentro de la pareja, donde la libertad para expresar sus inquietudes es aceptada y comprendida.

La conversación no podía dejar de lado la mención a su hermano, Enrique Iglesias, insinuando que comparte su propensión a las obsesiones. Aunque no profundizó en detalles, Tamara sugirió que las manías son un rasgo común en su familia. Además, reveló que la ausencia de Enrique en su boda se debió a su incomodidad en entornos muy concurridos, otra manifestación de una posible obsesión.

En resumen, la participación de Tamara Falcó en Martínez y Hermanos no solo fue entretenida, sino también reveladora. Su disposición a compartir abiertamente sus obsesiones proporcionó un vistazo íntimo a su personalidad, mientras que sus anécdotas cómicas y sinceras hicieron de su intervención un momento destacado del programa.