Desnudos y asesinatos

No hay reglas en la nueva temporada de ‘Élite’

No hay reglas en la nueva temporada de ‘Éllite’

No hay reglas en la nueva temporada de ‘Éllite’

Ya no saben ni en qué curso están, pero los alumnos de Las Encinas regresan a Netflix con una nueva tanda de capítulos este mismo viernes. La serie adolescente por excelencia de la plataforma de contenidos bajo demanda regresa con una nueva temporada más atrevida aún si cabe que las anteriores. A las escenas subidas de tono y los asesinatos escolares a los que nos tienen acostumbrados los creadores de Élite se suman nuevos personajes y nuevas tramas que lo revolucionarán todo.

En esta nueva horneada de capítulos, Patrick, el personaje interpretado por Manu Ríos, coge gran relevancia. La marcha de Ander (Aron Piper) ha obligado a Patrick a buscar apoyo en otros hombres. La llegada de un nuevo alumno, Gonzalo, interpretado por André Lamoglia, dará un giro a las intenciones del hijo del director de Las Encinas. Gonzalo está fuerte, es guapo, elegante y el hijo de un famosísimo jugador de fútbol. Un perfil perfecto para el personaje que interpreta Manu Ríos. ¿El único inconveniente? Su heterosexualidad. La nueva temporada de Élite trata, entre otros temas, el enamoramiento no correspondido y el egoísmo de los personajes. Cómo alumnos como Patrick son capaces de hacer cualquier cosa para salirse con la suya y conseguir sus objetivos. 

Otro de los personajes que pisa fuerte esta temporada es Sofía, interpretada por Valentina Zenere. En apariencia, Sofía es una ricachona con mucho poder que llega como alumna nueva a Las Encinas. La realidad es que tiene muy claro cuál es su objetivo: enamorar al príncipe francés, Phillippe (Pol Granch). Le da igual que el miembro de la realeza francesa haya abusado de múltiples chicas, el poder y el prestigio lo es todo para ella y no dudará en intentar desbancar a Cayetana (Georgina Amorós) para quedarse con corazón del príncipe.  

Valentina y André, nuevos actores de Élite Valentina y André, nuevos actores de Élite

Valentina y André, nuevos actores de Élite

Élite se vuelve a presentar con una clara declaración de intenciones: ni normas, ni etiquetas. La serie creada por Carlos Montero y Darío Madrona y producida por Zeta Studios mantiene su habitual tono erótico, esta vez elevado a la máxima potencia. Entre las secuencias que destacan de la quinta temporada se encuentra la fiesta sin normas (ni ropa) organizada por Patrick. “Esta noche no hay normas, no hay hora de cierre, no hay distancia física, ¡Viva la indisciplina, joder!”, espeta el personaje al que encarna Manu Ríos en el segundo capítulo, dando libre albedrío a una serie de planos llenos de besos, tocamientos y secuencias ligeras de ropa que atraerán a más de un espectador. 

Si algo queda claro en esta nueva temporada es que el público ha comprado el surrealismo de Élite. Con este pacto no escrito entre guionistas y espectadores, la serie coge un nivel de libertad de tramas asombroso. El público ya ha normalizado que en cada temporada haya un alumno asesinado. De hecho, en la quinta temporada de Élite el thriller se mantiene como hilo conductor, pero no tiene importancia alguna, al menos en los primeros tres capítulos. Esto reduce la serie a un conjunto de mamarrachadas agradables de ver, con las que los espectadores puedan fantasear y disfrutar mientras devoran una buena bolsa de palomitas. Un contenido hecho a medida para crear adicción entre los espectadores más jóvenes, saciando así sus decepciones. Pues todos esperábamos vidas de película y hemos acabado conformándonos con ser meros espectadores de la vida de personajes perfectos. Perfectamente edulcorados.

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