Más de una treintena de empresas de los polígonos industriales de Puerto Real (El Trocadero, Río San Pedro y Tres Caminos) han formado un frente común para llevar sus protestas ante el Ayuntamiento. Además del siempre recurrente estado de “abandono” de estas zonas, en las que desde hace ya muchos años se viene demandando mejoras en la limpieza y en la iluminación, lo que ha hecho estallar a los empresarios es la nueva ordenanza de la basura.

Desde principios de este 2021 está en vigor la nueva ordenanza reguladora de la basura, que regula los servicios de gestión integral de los residuos. Es decir, la recogida y transporte que se incluía hasta diciembre en el recibo del agua, y el tratamiento que, hasta entonces, se pagaba mediante la llamada Tasa Consorcial.

Tras unificarse, desde este año, entra en vigor la “ordenanza de la prestación patrimonial de carácter no tributario para la gestión de los residuos sólidos urbanos”. Esto, además, implica que desde ahora a la factura se le aplica también el IVA del que antes se encontraba exento.

Así, en el caso concreto de la actividad industrial, la tarifa de la gestión integral de los residuos oscila entre los 1.140 euros anuales que pagan las empresas con menos de 300 metros cuadrados y los 8.700 euros al año que deben abonar las que superen los 1.500 metros. Esta cuantía es superior en el caso de supermercados, hipermercados y comercios al por mayor, ya que asciende hasta los 9.600 euros al año.

“Hacer frente a eso es ahora imposible. La actividad ha caído este año de forma brutal y no solo tenemos que pagar esa tarifa de forma bimensual si no que, además este año y el que viene, tenemos que pagar el triple porque se ponen al cobro las anualidades atrasadas de la extinta Tasa Consorcial”, dice uno de los empresarios asentados en Tres Caminos”. El colectivo de empresarios que poco a poco se ha ido uniendo para alzar la voz contra esta situación, dice que el coste de la gestión de la basura “no está, ni de lejos, equilibrado con el servicio que recibimos”.

La críticas van desde empresas que aseguran que no tienen un contenedor a menos de 500 metros o la idea común de que es un error tomar como base de cálculo los metros cuadrados de las instalaciones, en unos polígonos industriales donde la mayoría de naves están ocupadas por empresas que utilizan el espacio para fabricación de grandes elementos estructurales, sin generación apenas de residuos sólidos urbanos.

A esto añaden que los empresarios deben asumir los gastos que supone la retirada de los residuos peligrosos y no peligrosos que generan, que nada tienen que ver con los que se incluyen en la factura del Grupo Energético.“Todo pasa en unos polígonos industriales y comerciales carentes de servicios: contenedores en mal estado y muy dispersados, calles enteras con toda una línea de farolas apagadas o en mal estado de conservación, falta de mantenimiento, limpieza y desbroce de los acerados, y señales de tráfico arrancadas o deterioradas”, aseguran.

Los empresarios han optado por unirse ya que han sido varias las reclamaciones que, de forma individual han presentado muchas empresas ante el Ayuntamiento de Puerto Real y ante el Grupo Energético, empresa pública que recauda la tasa en el recibo del agua. “Hasta la fecha no hemos tenido ninguna respuesta de nada”, lamentan.

Los empresarios piden al Ayuntamiento “coherencia” cuando habla de “cuidar nuestro músculo empresarial”. Coinciden en que, a la situación excepcional de pandemia que ha paralizado la mayor parte de la actividad, se suman la “habituales crisis industriales con falta de carga de trabajo y “sin perspectiva de que la haya a corto o medio plazo”. “Nos consumimos asumiendo gastos disparatados que repercuten directamente en nuestra capacidad de supervivencia y, por consiguiente, en la posibilidad de crear empleo. A lo mejor seremos conscientes cuando sólo queden naves industriales vacías”, dicen los empresarios.