SEMANA SANTA DE PUERTO REAL

Jueves Santo nazareno y trinitario en Puerto Real

El Jueves Santo en Puerto Real es nazareno y trinitario. Dos hermandades en la calle de profunda devoción protagonizan uno de los días grandes de la semana de pasión en la Villa. El primer foco de atención estaba en la Parroquia María Auxiliadora, sede canónica de la Hermandad del Medinaceli y Nuestra Señora de la Trinidad.

A las siete de la tarde partían del templo para iniciar uno de los recorridos más amplios de la Semana Santa de la Villa. Jesús Cautivo y Rescatado, que recuperaba el morado de su túnica, brilló aún más en el nuevo paso que la Cofradía ha adquirido a la Hermandad del Silencio de Sanlúcar, y con el que procesionaba por primera vez.

Un nuevo paso que, pese a ser menos austero que el que usaban hasta ahora, conseguía dar más protagonismo a la talla que Juan Luis Castro Bey realizó hace ahora 20 años. La imagen, portada por la cuadrilla que dirigían Salvador Navas y Luis Francisco Ruiz, salía una vez más en silencio, solo interrumpido por el tambor que marcaba los pasos.

En el mismo silencio salía esplendorosa la Virgen de la Trinidad, una imagen que cada vez gana más devotos y que es portada por la única cuadrilla de mujeres costaleras de la ciudad. Una circunstancia que cada vez da más protagonismo a la dolorosa, también obra de Castro Bey. Además, este año se estrenó la joven Natalia Vázquez, como la primera mujer en formar parte de un cuerpo de capataces, como auxiliar. 

Tras recorrer las calles del barrio de María Auxiliadora, los cofrades llegaban al centro de la ciudad, para dirigirse a la Iglesia de la Victoria, pasando antes por la Residencia de Mayores Vedruna.

Para los hermanos del Nazareno la jornada comenzaba bien temprano, con la celebración el acto que llevaban décadas esperando. A las doce del mediodía, la alcaldesa, Elena Amaya, depositaba ante el paso del Señor el bastón de mando de la ciudad. Ha sido este el primer Jueves Santo en el que Jesús Nazareno procesionaba como Regidor Perpetuo de la Villa, por eso las miradas se dirigían, además de la imagen que talló Ramón Chaveli en 1941, al ángel portador del bastón colocada a los pies del señor.

Eran las nueve de la noche cuando las puertas de la Prioral se abrían por segunda vez esta Semana Santa para recibir a la Hermandad del Nazareno y María Santísima del Mayor Dolor. Cientos de personas se daban cita en sus alrededores para presenciar uno de los momentos más esperados de la Semana Santa en la Villa.

La imagen salía acompañada de los sones de la Capilla Musical Lignum Crucis, que sustituía en esta ocasión a la banda de música que la acompaño en sus últimos desfiles. Sí llevaba el acompañamiento de la Banda de Música ‘La Salud’ (Barbate) la Virgen del Mayor Dolor, que lució como siempre en el día más esperado para los cofrades de San Sebastián. 

Este año, por distintas circunstancias, hubo relevo tanto en el vestidor de las imágenes, de lo que se encarga ahora José Carlos Hernández Ruiz, como en el florista, responsabilidad actual de Antonio Palacios Fernández.

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