Turismo Cuánto cuesta el alquiler vacacional en los municipios costeros de Cádiz para este verano de 2024

Puerto Real

El chef de Puerto Real, Borja García, logra su primera estrella Michelín a los 25 años

Borja García Prieto, chef de Puerto Real con una Estrella Michelín

Borja García Prieto, chef de Puerto Real con una Estrella Michelín

Con solo 25 años el puertorrealeño Borja García Prieto se ha convertido en uno de los chefs más jóvenes en recibir una estrella Michelin, como jefe de cocina del Restaurante CEBO (Madrid).  De regreso de Barcelona, donde se celebró la gala de entrega este martes, el joven sigue en una nube. “Fue una noche muy larga de celebración y cuando me he despertado tenía en el móvil más de 600 mensajes de felicitación”, dice abrumado.

Borja García (en el centro) junto a Javier Sanz y Juan Sahuquillo tras recibir la estrella Borja García (en el centro) junto a Javier Sanz y Juan Sahuquillo tras recibir la estrella

Borja García (en el centro) junto a Javier Sanz y Juan Sahuquillo tras recibir la estrella / (Barcelona)

Borja forma parte del Grupo Cañitas, de Javier Sanz y Juan Sahuquillo. Fueron ellos los que recogieron la estrella, pero nada más hacerlo, ambos señalaron a alguien que se encontraba entre el público. Era Borja, que los acompañaba dando forma a un trío de excepción entre fogones. “Nada más bajar del escenario me pusieron la chaquetilla”, dice emocionado y recordando con simpatía que "se saltaron todos los protocolos"

Es él quien está al frente del restaurante CEBO, en el Hotel Urban de Madrid, como jefe de cocina desde que abrió sus puertas hace justo un año, por lo que alcanzar la estrella ha sido un reto de envergadura.

En lo personal, una carrera meteórica para alguien que desde niño tenía las ideas muy claras. Aunque a Borja le cuesta reconocer que lo suyo es “innato”, porque cree más en el esfuerzo y en el trabajo para alcanzar los éxitos, sí sabe que “algo tenía desde niño”. En su familia no hay ningún hostelero en los que buscase referentes, pero jugando a ser cocinero se dio cuenta de que su destino estaba escrito con letras bordadas en una chaquetilla blanca.

Recuerda que con solo doce años sacaba a sus padres de la cocina y se ponía a experimentar. “Rellenaba pimientos del piquillo y creaba cosas como una espuma de fresa a la parrilla con un pan de anchoas, que así de primeras era una cosa muy extraña, pero en mi cabeza tenía sentido y, lo mejor de todo, es que ahora lo sigue teniendo”, recuerda sonriendo. "Lo hacía porque lo tenía muy claro"

Borja García Prieto Borja García Prieto

Borja García Prieto / (Restaurante CEBO)

El chef, que desde niño se entendió con el sifón, siempre fue un joven inquieto, y agradece mucho el apoyo incondicional que siempre le dieron sus padres. “Ahora veo que hacían importantes esfuerzos porque yo no pedía que me llevasen a una hamburguesería o pizzería, yo quería ir a comer a ‘A Poniente’, el restaurante de Ángel León”. Y este martes, se colocó junto al chef portuense en la gala e incluso tuvo la oportunidad de contarle las veces que había visitado su restaurante, siendo aún un niño, y lo que para él había significado.

Parecía claro que el destino de Borja era estar entre fogones, por lo que se matriculó en una escuela de hostelería de Sevilla. El inicio de sus estudios coincidió con una etapa muy complicada en su familia debido a los problemas de salud de su madre, la querida y recordada Toñi Prieto. “Decidí que tenía que estar junto a ella en esos momentos y acompañarla en el que acabó siendo su último año de vida”.

Un duro golpe para toda la familia del que él logro refugiarse, como no, en la cocina. “Sin terminar los estudios me armé de valor. Fui a Jerez y llamé a la puerta del Restaurante ‘Lu. Cocina y Alma’. Les dije que no tenía ni curriculum ni experiencia, pero que le ofrecía todas mis ganas y mi voluntad de aprender”. Algo debieron ver en él, que comenzó unas prácticas en su cocina, y cuatro meses después le contrataron cono jefe de partida. “Fui allí donde viví la sensación que se tiene al lograr una estrella Michelín, porque formaba parte del equipo cuando la recibieron”, recuerda.

Borja García, en la cocina de CEBO Borja García, en la cocina de CEBO

Borja García, en la cocina de CEBO / (Madrid)

De ahí paso a los restaurantes Elkano y Cataria, con Aitor Arregi, por Cañabota (Sevilla), hasta que se cruzaron en su camino Javier Sanz y Juan Sahuquillo. “Los conocí por Instragram –recuerda Borja- y enseguida conectamos. Ellos buscaban a gente de la misma edad, que compartiesen sus mismos propósitos en la cocina y todo encajó a la perfección”.

Como jefe de cocina del Grupo Cañitas Maite, ha formado parte de los equipos de OBA y Can Domo, hasta llegar a CEBO, donde es  Jefe de Cocina y Director Gastronómico, y donde ha recibido su primera Estrella Michelín como chef. “Esto es un primer paso porque, con 25 años, si me conformo con esto….”, dice el joven que unas horas después de recibir la estrella, ya piensa en elevar a CEBO al firmamento de los restaurantes con dos estrellas. Eso, con otros proyectos que tiene entre manos con el Grupo Cañitas, que trabaja en la apertura de dos nuevos restaurantes “más canallas” en Albacete y en Madrid.

Borja García, en el centro, junto a Javier Sanz y Juan Sahuquillo en la cocina de CEBO Borja García, en el centro, junto a Javier Sanz y Juan Sahuquillo en la cocina de CEBO

Borja García, en el centro, junto a Javier Sanz y Juan Sahuquillo en la cocina de CEBO

¿El suyo propio? Es algo que le ronda siempre la cabeza. “Me gustaría tener mi restaurante y que sea en Cádiz, eso es algo que siempre piensas, pero tengo un debate importante”, dice entre risas. “Quizás ahora sea el momento porque creo que es cuando más gente me entendería, pero es que el Grupo Cañitas me ha dado y me da tanto, que lo siento como mío. Hemos vivido mucho juntos porque han confiado muchísimo en mi, y me han dado las llaves de su casa y de su familia”.

Así, aunque el destino ya dirá lo que sea, cree que antes de crear en Cádiz su propio restaurante, vería la fórmula de hacerlo junto a ellos. Mientras todo eso pasa, Borja cuelga el teléfono con el que atiende a las felicitaciones y se coloca ela chaquetilla, porque los focos de una gala con repercusión internacional, no le han apartado de hacer lo que más le gusta, y lo que hace todos los días: “dar de comer a la gente”.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios