Sucesos

A prisión tras destrozar los dos radares de tráfico de Torregorda

  • La Guardia Civil detuvo ‘in fraganti’ al individuo, que tenía causas pendientes con la justicia

Imagen panorámica de uno de los radares atacados.

Imagen panorámica de uno de los radares atacados.

La Guardia Civil de Tráfico ha detenido a un individuo después de sorprenderlo destrozando los dos radares de velocidad colocados en la curva de Torregorda. Este hecho, unido a que el arrestado tenía cuentas pendientes con la justicia, ha hecho que haya ingresado en la prisión portuense de Puerto III.

El suceso se produjo de madrugada, cuando una patrulla de tráfico se dirigía en dirección a Cádiz y se percató de que en el carril contrario de la autovía había un coche mal estacionado y con los faros encendidos apuntando hacia el radar existente en esa zona. Como les llamó la atención tanto este hecho como la situación del vehículo, aceleraron hasta la capital gaditana para dar la vuelta en la rotonda de la Zona Franca y enfilar de nuevo hacia la autovía. Cuando llegaron a la curva de Torregorda ya no se encontraron con el coche, pero comprobaron que el radar había sido dañado, tanto el cristal que protege la cámara como el que hace lo propio con el flash que aporta la luz necesaria para dar claridad a las instantáneas.

Decidieron entonces continuar en dirección a Chiclana, ya que vieron cómo se alejaban tres coches. Los dos primeros los descartaron, pero en el tercero viajaba un varón, que responde a las iniciales J.J.N.M., y cuyo teléfono móvil coincidía con el número que había llamado al 112 en repetidas ocasiones alertando del destrozo en radares de tráfico. Por todo ello, se le detuvo y, tras las correspondientes investigaciones y ser puesto a disposición judicial, se ordenó su ingreso en prisión.

Fuentes de la Benemérita destacaron ayer los buenos resultados que están ofreciendo los radares de Torregorda, un punto negro de las carreteras de la provincia y en donde en los últimos años se han producido graves accidentes, sobre todo en días con lluvia. La presencia de estos radares está teniendo un efecto disuasorio y evitando que los conductores le pisen al acelerador en una zona complicada. Para la DGT es esencial controlar esos tramos peligrosos y por eso se persigue tanto a quienes realizan actos vandálicos en ellos.

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