comunicaciones | reacciones al nuevo plan de movilidad para la bahía de cádiz

Va en bus y en tren quien no puede ir en coche

  • Seis colectivos reclaman una reforma "integral y profunda" que acabe con la actual demanda cautiva del transporte público en la Bahía de Cádiz

El transporte público en la Bahía de Cádiz atiende casi en exclusiva a una demanda cautiva. Lo explica Daniel López Marijuán, de Ecologistas en Acción. El transporte colectivo, dice, es un transporte cautivo: está destinado a las personas que no tienen más remedio que coger el autobús, por ejemplo. Cuando pueden elegir, cogen el coche, recurren al transporte privado. "Un ejemplo clarísimo es el de los estudiantes de Río San Pedro. Si hubiese un carril bici por el Puente Carranza y un buen sistema de transporte colectivo con flujos horarios magníficos y barato, toda la explanada de coches que hay en Ingeniería, en el campus de Río San Pedro, desaparecería. Porque la gente va a lo cómodo y lo barato. Y lo cómodo y lo barato sería coger la bici o el autobús".

López Marijuán representa a Ecologistas en Acción en la Comisión de Participación del Consorcio de Transportes Bahía de Cádiz. También hay representantes de Agaden, Facua, Fegadi, la asociación de peatones La Zancada y la Asamblea Ciclista Bahía de Cádiz. Hace unos dos meses, el delegado territorial de Fomento, Federico Fernández, los reunió y les habló del borrador del plan de transporte que la Junta de Andalucía presentó hace unos días a los medios de comunicación. Les pidió su opinión. Y propuestas. Las asociaciones se pusieron manos a la obra y le enviaron al delegado un análisis preliminar del plan. Y sugerencias.

El vehículo privado ha sido "incentivado y subvencionado a golpe de infraestructura"

El nuevo plan de la Junta viene a intentar enmendar el fracaso del emprendido a finales de los años noventa del siglo pasado. En 1997, todas las administraciones apoyaron el Plan Intermodal de Transporte (PIT), que pretendía solucionar los problemas de movilidad en la Bahía de Cádiz con una serie de medidas. El 80% de los viajeros usaba entonces el transporte privado, el automóvil. Y el 20% restante, el transporte público, el tren y el autobús. El PIT proponía cambiar esos porcentajes, conseguir un 65%-35% privado-público o incluso un 50%-50%. Pero resulta que ahora, 21 años después, la realidad es mucho peor: el porcentaje es un 87%-13% privado-público. Lograron justo lo contrario de lo que se proponían. El PIT se estrelló.

Federico Fernández ha explicado que el nuevo plan de movilidad pretende ser mucho más que una buena declaración de intenciones. Las asociaciones consultadas le han transmitido que ven positivo el planteamiento, el proyecto, el interés en fomentar una movilidad que redunde en la salud y el bienestar de los ciudadanos y que reduzca la emisión de gases contaminantes. Pero también le han dicho que consideran que el plan es bastante insuficiente. Que debe tener más aspiraciones.

"Nosotros queremos un nuevo modelo de transporte para la Bahía de Cádiz", dice López Marijuán. El documento de la Junta, comenta, mantiene en pie el mito de que construyendo infraestructuras se resuelve el problema de la movilidad. "Hemos visto que esto no es cierto. Lo hemos comprobado, por ejemplo, con el segundo puente, con el Puente de la Constitución de 1812. Ha disminuido la movilidad del tráfico en la Avenida, en Cádiz, pero el puente induce nuevos flujos de atracción de transporte. Lo que inicialmente puede resolver un problema acaba con un nuevo atasco". Y eso mismo puede ocurrir con la solución prevista para el nudo de Tres Caminos, en San Fernando. "Se abrirán nuevas vías para facilitar el transporte que al cabo del tiempo volverán a estar cegadas. Este tipo de filosofía es lo que criticamos nosotros en el nuevo plan".

Los resultados de lo que se ha hecho en los últimos años dan lugar a pocas dudas. Y aún así, desde las administraciones, hay quien no decreta un fracaso tan enorme. Quizá por esa razón, el análisis de los colectivos consultados por la Junta considera que el nuevo plan debe incorporar, en primer lugar, un diagnóstico de la actual situación del sistema de movilidad y transporte en relación a la accesibilidad universal. Un diagnóstico que permita una planificación adecuada.

¿Por qué se ha llegado a esta situación? ¿Qué ha fallado en estos años para que se haya logrado incrementar el transporte privado, justo lo contrario de lo que buscaban o decían que buscaban las administraciones? Voluntad política. López Marijuán sostiene que no la hubo. "El plan de 1997, el PIT, planteaba que el segundo puente era innecesario. Hicieron caso omiso de esos compromisos de aumentar la ratio de transporte público y dedicaron más de 500 millones de euros a construir el puente, con lo que traicionaron los propósitos del plan. Fue un plan que confundía los deseos con la realidad. Las dos administraciones y los ayuntamientos. La plataforma reservada para el tranvía en el segundo puente al final desapareció. Hacen previsiones en principio aceptables pero que se ven traicionadas con los hechos. Se plantean unos objetivos y antes de abordarlos, ponen las infraestructuras y de ese modo se cargan directamente los objetivos".

El documento enviado a la Junta por los colectivos consultados explica que la Bahía de Cádiz ha sido uno de los puntos calientes de la fiebre constructiva de infraestructuras viarias durante las últimas dos décadas. El puente de la Constitución de 1812, recuerda, con un coste superior a los 500 millones de euros, ha sido la inversión de mayor envergadura. "Pero, además, durante esas dos décadas se ha duplicado toda la red de carreteras de primer y segundo orden del ámbito y se han construido otras nuevas, como las variantes de Puerto Real, El Puerto de Santa María y Jerez. Con ello, cualquier actuación en favor del transporte sostenible (transporte público y modos no motorizados) ha sido de sobra compensada, sobrepasada y arrollada. En esta política-apisonadora de infraestructuras viarias radica la causa de la paulatina pérdida de protagonismo del transporte público en la Bahía en las dos últimas décadas".

El vehículo privado ha sido "facilitado, incentivado y subvencionado a golpe de infraestructura, mientras las mejoras en modos sostenibles han experimentado, en el mejor de los casos, pequeñas mejoras, que, sin duda, han beneficiado a su demanda cautiva, pero no más". En estas condiciones, anotan los colectivos, "es lógico que el protagonismo del automóvil en la Bahía de Cádiz no haya parado de crecer".

El problema creado ha sido doble, sostienen. "Toda esa fiebre constructiva ha supuesto además una pérdida de oportunidad para crear paralelamente infraestructura para los modos no motorizados. Algo tan sencillo y asumible en coste añadido como adosar una vía ciclista y peatonal a cada actuación de desdoble o nueva infraestructura viaria hubiera supuesto la creación de una completa red ciclista interurbana que conectaría todas las poblaciones de la Bahía de Cádiz".

Los colectivos advierten en su análisis que la política decidida de ampliación de capacidad viaria en la Bahía no ha concluido. "Hace escasas semanas", apuntan, "se anunciaba la aprobación de la licitación, con un presupuesto de 80 millones de euros, de las obras de ampliación del nudo de Tres Caminos, con la intención de evitar unos pocos atascos que se producen de manera puntual en periodo estival. Una actuación que se decide acometer sin que haya entrado en operación la línea de tren-tranvía Chiclana-Cádiz, que debería absorber (o al menos ese es su propósito) parte de ese tráfico".

"Con ello se evidencia de nuevo", afirman, "la descoordinación entre administraciones, la falta de coherencia de las actuaciones en infraestructuras con los objetivos de movilidad y la capacidad de pulverizar estos de un plumazo a golpe de obra viaria".

En este contexto, agregan, "no es presumible que un plan de transporte y movilidad que incorpora sin cuestionamiento las infraestructuras viarias existentes y previstas, sin considerar seriamente un objetivo operativo de reducción de capacidad viaria, y que asume el crecimiento de la demanda de movilidad como inevitable, vaya a tener capacidad, no ya de influir significativamente en el reparto modal en favor de los modos sostenibles, sino ni siquiera de frenar la tendencia de crecimiento del protagonismo del vehículo privado".

No obstante, los colectivos consultados por la Junta advierten en el plan algunas propuestas muy atractivas y puntos positivos novedosos. Les parece muy buena idea habilitar una plataforma reservada para ciclistas en el Puente Carranza, que es una demanda histórica de quienes reclaman vías para poder moverse en bicicleta entre las ciudades de la Bahía de Cádiz. Y les parece un cambio plausible, un punto a favor del plan, que haya habido consultas previas a los colectivos sociales que más experiencia e interés tienen en la movilidad sostenible.

Pero insisten en que superar la atención casi exclusiva del transporte público a una demanda cautiva (el viajero no tiene otra opción y usa el autobús o el tren sean cuales sean sus condiciones de precio y calidad), y dar respuesta a las necesidades de amplios sectores de población, requiere "cambios profundos". Esto es, no sólo mejorar en conexiones, frecuencias, tiempos de trayecto... "También en su imagen pública".

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