Carretero minimiza su papel y culpa al inspector médico

Carlos Carretero, ex jefe de la Policía Local de Ubrique y uno de los principales procesados de la Operación Karlos, declaró anteayer en una entrevista en televisión que fue el inspector médico Francisco Casto Pérez Lara, el segundo principal acusado, quien le dijo que alguien tenía que suplantar a la madre de María José Campanario en una revisión médica. Carretero acudió al programa Sálvame Deluxe de Telecinco, y allí aseguró que él sólo cometió ese error (enviar a otra persona) y que ya ha pagado.

Prudente en sus explicaciones, Carretero se mostró como una víctima de la Operación Karlos y negó que él fuese uno de los organizadores de la trama dedicada a obtener de forma fraudulenta pensiones de incapacidad laboral de la Seguridad Social.

Una de las personas que intentó obtener una pensión fue Remedios Torres, madre de Campanario, esposa del torero Jesulín de Ubrique. Carretero dijo que él se limitó a hacer las gestiones necesarias para ello y responsabilizó a Casto de la suplantación en la revisión médica. El ex policía explicó que recibió 18.000 euros por su gestión pero que Campanario no se los entregó a él directamente sino a través de otro procesado, José Luis López Fernández, conocido como El Turronero. "María José Campanario recurrió a una persona amiga de la familia de Jesús y cómo esta persona sabía que yo me dedicaba a esto, me pidió que se lo tramitara", relató.

La mujer que suplantó a Remedios Torres es Isabel Gil, la madre de la secretaria de Carretero. "Es el inspector médico el que me dice que hay que enviar a alguien sea quien sea y yo envío a esta persona", dijo Carretero, quien minimizó su papel en la trama. "No estoy eludiendo mi responsabilidad, lo que no quiero es que se me tache de organizador", dijo.

Carretero, para quien el fiscal pide 10 años de prisión, se mostró dolido con la familia Janeiro. Comentó que desde hacía años, él se encargaba de realizarles diversas gestiones, especialmente buscar terrenos en los que invertir. Tras de salir a la luz la Operación Karlos, todo cambió. "Después de todos estos trámites y todo el día llamando y perdiendo tiempo para ellos, parece que me responsabilizan a mi de lo que le ocurre a ella y me retiran la palabra. Estar cinco meses donde he estado [en prisión] no se los deseo a nadie pero no quiero que se me machaque", dijo Carretero. "Me equivoqué y ya he pagado", sentenció.