Este domingo nuestra profesión cumplirá exactamente cien años. Un siglo desde que, en 1925, naciera la Escuela Social, germen de lo que hoy somos: operadores jurídicos especializados en el Orden Social, profundamente comprometidos con la defensa de los derechos laborales y con el equilibrio entre empresas y trabajadores. Estos cien años representan tanto la evolución académica de nuestra formación como el desarrollo y consolidación de la profesión.
De las Escuelas Sociales al Grado Universitario
En sus orígenes, las Escuelas Sociales dependían del Ministerio de Trabajo y tenían como misión formar a expertos en legislación y relaciones laborales. En los años 80, pasaron a depender del Ministerio de Educación, convirtiéndose en Escuelas Universitarias. Un momento clave se produjo el 23 de octubre de 1999, cuando, en virtud del Real Decreto 1592/1999, se transformaron en Facultades de Ciencias del Trabajo, lo que permitió pasar de tres cursos a una licenciatura de cinco años. Posteriormente, con la adaptación al Espacio Europeo de Educación Superior (Plan Bolonia), estas enseñanzas se estructuraron en el actual Grado en Relaciones Laborales y Recursos Humanos, de cuatro cursos, impartido hoy en las Facultades de Ciencias del Trabajo de toda España.
Un camino marcado por hitos decisivos
En este siglo hemos vivido momentos que han reforzado nuestro papel:
- 1945. Primer reconocimiento oficial, con actuación limitada a procesos iniciados de oficio.
- 1956. Creación de los Colegios Oficiales de Graduados Sociales.
- 1958. Ley de Procedimiento Laboral, consolidando nuestra representación en la jurisdicción social.
- 1982. Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo.
- 1985. La Ley Orgánica del Poder Judicial nos reconoce los mismos derechos y obligaciones que abogados y procuradores en procedimientos laborales y de Seguridad Social.
- 1995. El Tribunal Supremo legitima el uso de la toga; se implanta el sistema RED de transmisión de datos, inicio de la digitalización profesional.
- 2000 en adelante. Implantación de sistemas como DELTA y consolidación de la gestión electrónica con la Administración.
- 2020. Reconocimiento como profesión esencial durante la pandemia.
Una profesión que evoluciona con la sociedad
Nuestro trabajo ha cambiado con los tiempos, pero la esencia se mantiene: escuchar, asesorar, mediar y representar con rigor técnico y sensibilidad social. Pasamos de llevar registros manuales a operar con sistemas digitales integrales; de ser percibidos como “mediadores de las dos Españas” a convertirnos en actores imprescindibles para la paz social y la estabilidad en el empleo.
Valores que nos definen
La ética, la transparencia y la responsabilidad han guiado nuestra labor. Somos profesionales cercanos, capaces de asesorar de forma integral a empresas y trabajadores, y de representarles ante la jurisdicción social con conocimiento y humanidad.
Mirar atrás para proyectarnos al futuro
Este centenario no es solo una celebración; es un compromiso renovado. La digitalización, la mediación, la formación continua y la especialización seguirán siendo nuestras prioridades. Como operadores jurídicos del Orden Social, seguiremos trabajando para que el Derecho del Trabajo y la Seguridad Social avancen al ritmo que exige la sociedad, siempre con la vista puesta en un empleo digno, en la cohesión social y en la justicia.
En palabras que he defendido siempre: “Los Graduados Sociales hemos sido y seguiremos siendo una herramienta vital para garantizar la justicia social en un mundo laboral en constante transformación”.
Hoy, al cumplir cien años, miramos con orgullo a nuestro pasado y con determinación a nuestro futuro. Porque un siglo después, seguimos creyendo en lo mismo: que un trabajo digno y unas relaciones laborales equilibradas son la base de una sociedad más justa. Y ahí, como hace cien años, estaremos nosotros.