La resistencia numantina de Pedro Sánchez

EDITORIAL

06 de julio 2025 - 03:04

Si algo queda claro tras la reunión celebrada ayer por el Comité Federal del PSOE, el máximo órgano de decisión del partido entre congresos, es la firme voluntad de Pedro Sánchez de resistir a cualquier precio y considerar la actual crisis que sacude a la organización y los presuntos casos de corrupción que la acosan como episodios ajenos a él, que se pueden encapsular con una petición difusa de disculpas a la ciudadanía, un retoque estético de la Ejecutiva socialista y la exposición de un catálogo de medidas, teñidas de voluntarismo, para reforzar los controles internos frente a posibles casos de irregularidades. Para dejar clara esta voluntad numantina e imponerla al conjunto del PSOE, Sánchez hizo un discurso triunfalista y atacó con los argumentos de siempre “a la derecha y la ultraderecha”, pero descartó asumir cualquier tipo de responsabilidad, como si José Luis Ábalos y Santos Cerdán hubieran aparecido por arte de magia en la dirección socialista y como si el Gobierno que él preside no fuera el centro de la presunta trama de mordidas que están bajo investigación judicial. Pero se trata de un empeño inútil. Por dos razones: en primer lugar, porque el futuro de Sánchez depende mucho más de la cuenta de pérdidas y ganancias de sus socios que de su propia voluntad y, en segundo, porque el PSOE es un partido en combustión interna que se comporta como un pollo sin cabeza. El episodio ocurrido horas antes de que se iniciara el Comité con la acusación contra Francisco Salazar por supuesto acoso a mujeres es por ahora el último que demuestra el caos interno del partido. Un caos que de forma inevitable se traslada al Gobierno y que, en la práctica, anula su ya escasa capacidad de maniobra. El Comité Federal podría haber sido una oportunidad de catarsis para empezar a cambiar inercias internas, pero se quedó en el enésimo capítulo del manual de resistencia, marca de la casa Sánchez.

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