Power to the people

28 de diciembre 2024 - 03:04

El poder corrompe al mundo/ y convierte en un segundo/ en malvado al hombre bueno/ al honrado un escaño lo pervierte/ y a los perritos de siempre/ les pone collares nuevos” cantó Paco Rosado, que cuando le salía la vena libertaria lo bordaba. Yo he tenido siempre una actitud reactiva con el poder, siempre he estado contra el poder lo ejerciese quien lo ejerciese y fuese cual fuese la administración, el Ayuntamiento, la Diputación, la Junta o el Gobierno de España. Sobre todo al ver la cantidad de pelotas que se arriman al mando para beneficiarse de un puesto de trabajo, de un cargo, de un ascenso. Veo concejales de los diferentes gobiernos municipales, por citar un caso, que jamás tuvieron la más mínima inquietud política y de golpe aparecen en una lista al reclamo del cargo, gente que uno no sabía que eran de derechas están ahora en el PP por la única razón de que gobiernan, gente que nadie conocía que eran de izquierdas nos sorprendieron a todos al verlos en los equipos de Kichi como concejales con dedicación exclusiva o como asesores. Igual se podría decir de los gobiernos municipales de Teófila o de Carlos Díaz, con su corte de pelotas arrastrándose ante para obtener beneficios. El Falla siempre ha sido un escaparate, en tiempos de Carlos Díaz, por ejemplo, ocupaban la primera fila del palco municipal la cuñada del hoy venerado alcalde, una peluquera, la mujer de un empleado de Vías y Obras con carnet del partido, todo así. La gran borrachera de Teófila era la manera en que Jorge Moreno y Ramoní colocaban gente en Onda Cádiz, o aquel recinto cerrado delante de la carroza de Carlinhos Brown donde iban los familiares y amigos de los concejales para que pudieran ver la cabalgata sin que les molestase el pueblo soberano. El Kichi tuvo su corte de aduladores: el pastelero, el difunto, varios autores de carnaval adictos a la causa. Con la llegada de Bruno estamos en la fase de observar la nueva corte de pelotas del poder municipal, todos aquellos que se arriman. No solo es el poder político, basta con observar el palco de autoridades del Cádiz CF donde se agolpan expolíticos, políticos en activo, autoridades sin autoridad y toda suerte de supuestos aficionados al equipo que en el fondo lo único que quieren es un gañotazo y salir en las fotos, aunque sea de Ese Cadi Oé. Como llevo 43 años de funcionario en la administración he visto escalar posiciones a gente cuyo único motivo para el ascenso era su cercanía al que mandaba o ser el más obsequioso de los funcionarios, casi como José Luis López Vázquez en “Atraco a las tres”: un admirador, un amigo , un esclavo, un siervo. La meritocracia debe ser cosa de otros países o una quimera, siempre triunfan los pelotas.

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