El salón de los espejos
Stella Benot
La Transición andaluza
JOSÉ María Aznar será recordado por sus fotos. Este hombre es una mina para el arte de la fotografía. Cuando parecía que ya se habían apaciguado los rumores que le atribuían el embarazo de la ministra francesa de Justicia, Rachida Dati, aparecen unas fotos suyas comprometedoras en Interviú, donde se ve a ambos besándose a la salida del restaurante Café de L'Esplanade, del hotel Plaza Athenée, en París.
-Apunto el restaurante, que pasará a la historia, como las Azores, unas islas muy lluviosas. A estos sitios emblemáticos se debe ir al menos una vez en la vida.
Así se ha presentado el asunto. Embarazoso, dicen. Pero se debe matizar que el beso se lo daban José María y Rachida en las mejillas, no se imaginen más de la cuenta, y que el encuentro no tenía pinta de romántico, rodeados como estaban de guardaespaldas. Es cierto que ella le hace un gesto así como cariñoso, y que él sonríe como embobado. Y también es raro que él aparece vestido con chaqueta, pero en vaqueros, con bufanda, y sin corbata.
-Eso no demuestra nada. Los del PP han apostado por la modernidad informal en el vestir, y se gastan menos en corbatas que Miguel Sebastián, el ministro de las bombillas. Sería una comida de trabajo.
-Eso es lo que dicen todos.
Pues sí, todos tenemos batallitas. Recuerdo que en una comida de periodistas en La Moncloa, con la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega, nos despedimos todos cortésmente dándole un beso, sin que haya noticia de que nuestra vicepresidenta quedara embarazada. Esas cosas sólo pasan en las películas de Hollywood. Y con Aznar, que es el responsable de los males de media Humanidad.
A la espera de nuevos comunicados, supongo que nuestro ex presidente se curró la foto, consciente de lo que hacía. Hay gente para todo. Aznar es como los chavales y las chavalas que están locos y locas por hacerse fotos con Pau Gasol, Rafa Nadal y otros ídolos diversos para mostrarlas a la pandilla. José Mari, que es fotogénico, se hizo la foto de las Azores con sus ídolos, George W. Bush y Tony Blair, para mostrarla después a los colegas y que se murieran de la envidia. Rabia, rabia… En los cuatro años que lleva como presidente José Luis Rodríguez Zapatero todavía no ha conseguido hacerse una buena foto con Bush, y mira que lo ha intentado. Pues esto de Rachida Dati puede ser algo parecido. José María Aznar se hace una foto con ella y queda estupendamente. Hasta sale en Interviú sin necesidad de desnudarse, como aquella concejala del PP de Lepe. Y además se podrá permitir el lujo de emitir un nuevo comunicado, para dejar muy claro que esta foto no la encargó Zapatero.
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