Querido recién nombrado consejero de Salud, Jesús Aguirre. Me gustaría convertirme en el primer andaluz que le hace una petición (que seguro que no lo soy y ya alguien le ha pedido un cuelo en algún sitio de la Junta). ¿Sería posible cambiar los pijamas de los hospitales públicos? ¿Se puede poner fin a la denigración que sufren los enfermos hospitalizados que se ven obligados a vestir esos pijamas, por llamarlos de alguna manera, en el que parece inevitable ir enseñando al culo a todo con el que uno se cruza? Supongo que usted habrá tenido que estar ingresado en algún hospital público a pesar de su orientación política y debería saber de lo que le hablo. Es ya suficiente que los pacientes impacientes tengan que aguantar ya unas listas de espera interminables y que el personal hospitalario tenga que tragar más saliva de la que tienen con tal de ponerle cara a los enfermos. Venga, ánimo y sonría, señor consejero.