Corrimiento de tierras

24 de septiembre 2025 - 03:04

En poco tiempo, quizá no más de dos o tres años, se ha producido un corrimiento de tierras en la vida política de ese espacio mental –más que geográfico– que aún llamamos Occidente. Lo pensaba el otro día al ver el funeral de Charlie Kirk en Arizona, que fue un acto coreografiado que tenía todos los ingredientes de un mitin político y de una ceremonia religiosa (cristiana, en este caso, como esos bautismos multitudinarios en una piscina). En España no conocíamos a Charlie Kirk –asesinado de un tiro mientras debatía con estudiantes en una universidad de Utah–, y eso es normal porque nadie ha hecho en España lo que hacía Charlie Kirk. En inglés existe el vocablo “debater” –que vendría a ser “debatidor”–, y eso era Charlie Kirk, pero en español sólo tenemos el pobre sucedáneo de “polemista”, justo lo que no era Charlie Kirk. Un polemista es un gallo de pelea. Un debatidor es una pacífica ave de corral que sólo pretende poner huevos (dialécticos, se entiende). Son cosas muy distintas.

Pues bien, ese funeral multitudinario de Charlie Kirk nos ha mostrado lo que está ocurriendo en Occidente en estos últimos tiempos: el deslizamiento desde la ideología a la identidad tribal, el paso cada vez más marcado desde el mundo de las ideas y de los intereses materiales al mundo incontrolable de los sentimientos basados en la emotividad más desatada. Y por eso mismo estamos viendo cómo la izquierda utiliza la cuestión palestina como símbolo de una coreografía ceremonial que funde lo ideológico y lo religioso en un mismo sentimiento anticapitalista, y por tanto antioccidental.

Occidente se fundó sobre la idea ilustrada de una ciudadanía independiente de cualquier clase de sentimiento religioso o cultural o tribal. Pero ahora todo eso ha cambiado. Y los ciudadanos nos vemos obligados a situarnos en un marco que ya nada tiene que ver con las ideas sino con las simples identidades, primero tribales, luego religiosas: o cristianos o musulmanes, o a favor de Occidente o en contra de Occidente, o partidarios de Israel o partidarios de Gaza (es decir, Hamas). Es la misma tribalización que se vive en Oriente Medio o en África, donde la identidad étnica es la única que determina las opciones políticas de los seres humanos. Es así de simple. Y así de trágico. Bienvenidos a los tristes tiempos anteriores a la Ilustración, amigos.

stats