Su propio afán

enrique / garcía-máiquez

Menos Zumosol

El problema de recurrir al primo de Zumosol es que uno queda como su propio nombre indica: como un primo. O con un ejemplo más claro: los padres muy protectores, que sacan siempre las castañas del fuego al niño, acaban siendo contraproducentes y creándole a la criatura un problema de relaciones y de madurez mayor al que tenía con sus compañeros o amigos y que podría haber resuelto solo. Me hago estas reflexiones por el caso catalán y la posibilidad de que sea Europa la que nos zanje el problema.

Es evidente que la Unión Europea no puede permitirse un Red Bull soberanista que dé alas a las innumerables regiones con veleidades nacionalistas del continente. La UE es un club de viejas naciones y una explosión de regionalismos díscolos la haría ingobernable, insolidaria, insana, insegura, insoportable. Con Escocia funcionó la velada amenaza europea; con Grecia, aun siendo un país miembro, mucho más; y con Cataluña, Europa presionaría, de nuevo, y con más ganas.

Todo esto hace que el problema catalán no sea tanto la posibilidad de ruptura de España como una cuestión de prestigio colectivo y autoestima nacional. Si España, con lo que ha sido España, necesita que venga Europa o Angela Merkel a meter en cintura a una de sus regiones, la región se meterá en cintura, desde luego, pero nosotros, como el primo del primo de Zumosol, habremos hecho el primo, desperdiciando una oportunidad de oro para madurar. Quizá eso no se diga con esta crudeza elemental, pero nos late en el fondo del subconsciente, pues todos hemos tenido primos y problemas de patio de recreo que hemos arreglado mal que bien a base de apretar los dientes.

Los últimos movimientos de Rajoy (¡hay vida en el planeta Moncloa!) de dotar de poderes ejecutivos a las sentencias del Tribunal Constitucional tratan de ir en esa línea. No basta con que sea imposible la independencia catalana, hace falta que sean nuestras instituciones las que la imposibiliten, sin que venga Alemania, Juncker o los mercados internacionales, que vendrían, pero qué bochorno.

Sin embargo, la cuestión es si Rajoy no está llamando al TC como a un primo más próximo, menos Zumosol y más primo hermano, para que haga lo que podría hacer él. Me temo que sí, que no se atreve todavía a tomar las riendas. Lo malo es que va quedando poco tiempo. Lo bueno es que, poco a poco, se va acercando (de Merkel al Constitucional) a su ámbito de responsabilidad.

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