tribuna libre

Antonio Manuel Rodriguez / Marquez

Zahara y sus patronos

24 de octubre 2011 - 01:00

CONSIDERADO como uno de los pueblos más pintorescos de la provincia de Cádiz, que lo diferencia del admirado Zahara de los Atunes en la Almadraba barbateña de aquel litoral, Zahara de la Sierra tiene unas características muy peculiares por su enclave que las hace diferente a aquella, como su fauna y flora o su emplazamiento rocoso, fácil de distinguir en pleno Parque Natural de la Sierra de Grazalema, orillada por su lago para ofrecerse plena de hermosura a sus visitantes, con una sorprendente ubicación en la sierra gaditana, cargado de historia y leyenda cuya impronta sintoniza con la ciudad de Ronda por su pasado histórico.

Su orientación nos lleva a que de espaldas al Este, mirando a Poniente visualizamos otros pueblos hermanos que se divisan, prolongándose hasta alcanzar la bahía, para dejar en su recorrido ocular un rosario de pueblos blancos que, como él, embellecen buena parte de la ruta que lleva el impoluto nombre, "Ruta de los Pueblos Blancos" disputándose la caricia de las nubes con su parienta Sierra Margarita que creara por allí el Todopoderoso porque también vio que era bueno.

Cuando intentamos hablar o escribir de Zahara, nos asalta la tentación, (no lo podemos remediar), de referirnos a su fiesta mayor El Corpus Christi que en una de sus ediciones de la década de los ochenta visitara el insigne escritor y poeta gaditano D. José María Pemán, dedicándole un bello poema alusivo a la transformación por el exorno tan peculiar de sus calles para recibir en ellas al Santísimo en multitudinaria procesión eucarística, mereciendo la declaración de fiesta de Interés Turístico Nacional, por esta y otras razones de embellecimiento.

Pero en esta ocasión solo queremos resaltar su fiesta de los Patronos San Simón y San Judas que tiene lugar el 28 de Octubre con la celebración de actos muy importantes en su honor, coincidiendo con la efeméride de la toma de Zahara en su segunda reconquista a los moros, en la época de dominación musulmana, cuya eucaristía cuenta con el respaldo popular que festeja la epopeya cada año con el pendón celosamente conservado en su lienzo original deteriorado por el tiempo, que ondeó en el Castillo durante la memorable gesta, reliquia que es de admirar por su valor histórico.

Intentaremos resumir cuanto nos sea posible sobre la extensa historia de Zahara, la antigua sede señorial. El viajero romántico inglés Richard Ford vio el núcleo como "un nido de águilas moro" dado el origen de su ubicación. En la parte alta del risco, los islámicos construyeron el Castillo, del que la reconstruida Torre del Homenaje es testimonio. Tierra de primera línea de frontera, durante la llamada Reconquista sus habitantes vivieron en constante peligro, y la plaza cayó sucesivamente en manos cristianas y musulmanas, pasando a control cristiano en 1407 a su conquista por el infante D. Fernando. Tras volver a manos islámicas la villa y su castillo, fueron recobradas por los cristianos en 1483-84 gracias a la acción del Marqués de Cádiz, Rodrigo Ponce de León, a quien los Reyes Católicos concedieron en donación como recompensa y a perpetuidad la jurisdicción sobre la villa de Zahara y su fortaleza.

Queremos destacar un hecho relevante de esta historia. Y es que en el año 1282 Alfonso X el Sabio solicitó una entrevista con el Sultán de Marruecos Aben Yusef, a quien pidió ayuda para combatir a su hijo, el futuro rey Sancho IV que se había sublevado. El Sultán aceptando su petición le emplaza en Zahara como importante frontera del reino nazarí controlado por la cora rondeña.

Desde tiempos inmemoriales el castillo de Zahara ha sido fuente de leyenda. Una de las más conocidas cuenta que sus moradores avistaban el peligro por la noche lanzando piedras al precipicio. Si volaban palomas, es porque no lo había. Los cristianos se situaron en su fondo, y cuando cayeron las primeras piedras soltaron palomas torcaces. Así cogieron desprevenidos a los centinelas moros y conquistaron tan inexpugnable bastión.

La primera etapa de la historia de Zahara tras su conquista por los cristianos, viene marcada por la creación dentro de su seno de la puebla de Los Algodonales (que dio origen al actual municipio vecino de Algodonales). Este territorio señorial dominado por Zahara se desmembró en el siglo XIX en tres términos municipales, constituidos por los actuales Zahara de la Sierra, Algodonales y El Gastor.

En cuanto al origen del nombre de Zahara se nos antoja un tanto incierto porque asociándolo hasta ahora con princesas árabes, flores de azahar y otros, son denominaciones que ofrecen pocas garantías de verosimilitud, aunque el nombre pudiera tener relación con su fisonomía paisajística y la roca que etimológicamente viene de la palabra sáfara o lugar rocoso, que, cosas del destino, tiene una vecina más pequeña a la que por aquí llaman "Peñón de Zaharilla".

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