En estas últimas semanas he utilizado en bastantes ocasiones los trenes de larga distancia, en concreto los Alvia y los Ave y la verdad es que no puedo estar más contento con su funcionamiento. En la mayoría de las ocasiones los trenes no sólo es que fueran puntuales sino que llegaban antes de lo previsto.

En particular quiero referirme a un servicio especial, el "Atendo". Se trata de una unidad creada por la empresa para atender a personas con problemas de movilidad. Es gratuito. Lo solicitas e incluso, si es necesario, ponen un carrito de minúsvalido a la salida del tren y te llevan hasta la zona de recepción de la estación. El servicio está a cargo de una serie de personas que van vestidos con chaquetas o chalecos de color naranja y en todas las ocasiones en que lo hemos solicitado, y han sido varias, han estado como "un clavo" en su sitio. Por si fuera poco todas las personas que nos atendieron lo hicieron con amabilidad y ayudándonos, y uno agradece estos "abrazos". Además el servicio estaba reforzado con una serie de mensajes que te llegan al móvil el día antes de que vayas a la estación en el que te confirman que cuentas con el servicio o te advierten de alguna incidencia.

Digo todo esto porque creo que demuestra que es posible que una empresa pública funcione bien. No siempre lo privado es lo mejor y la gestión pública puede también funcionar correctamente. De hecho en la Bahía de Cádiz hay otra empresa pública, la de los catamaranes que también está demostrando su bondad y quizás estaría ocurriendo lo mismo con los tranvías si el Partido Popular, quién sabe si "animado" por algún interés privado, no se esté empeñando en boicotear el proyecto.

El ferrocarril funciona en España bastante bien. Creo, que, de hecho, es seguido por otros países por su eficiencia. El Ave, un proyecto que fue muy criticado en sus inicios, ha logrado acercar muchas capitales, de tal manera que es posible incluso, salir de Sevilla por la mañana, dar un paseíto por Madrid, comer allí y volverse luego, algo que podría parecer imposible hace unos años.

El tren en España es muy seria competencia con el avión, este gestionado por empresas privadas. No me creo esa doctrina de que lo público funciona siempre peor que lo privado. No estoy diciendo que todo deba ser público, pero sí considero, dada la situación y lo que se está viendo, que algunos sectores deberían estar en manos de todos, especialmente lo que se refiere a la energía.

No siempre tiene que estar uno quejándose de que las cosas funcionen mal. Hay empresas públicas que en España funcionan bien y creo, sinceramente, que una de ellas es la Renfe. Por tanto lo único que quiero hacer es felicitar tanto a sus directivos como a sus trabajadores por lograrlo.

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