El salón de los espejos
Stella Benot
La Transición andaluza
Los ayuntamientos, afortunadamente, van poco a poco viendo la potencia de sus mercados de abastos. Está claro que donde se han remodelado o se ha hecho alguna actuación estos se han convertido en un revulsivo. Ha pasado con el mercado de abastos de Cádiz o el de Jerez, un auténtico espectáculo de asistencia de público y animación los sábados o está pasando con el recinto "temporal" de Sanlúcar, en la calzada, donde los sábados es hasta difícil moverse debido a la cantidad de público que hay atraído por los "monumentos comestibles" que se exponen en los puestos.
Chiclana es quizás la que ha hecho un trabajo más espectacular porque el mercado ha logrado revitalizar el centro y se han incluido servicios muy importantes como un aparcamiento subterráneo.
San Fernando está en vías de dar un segundo empuje a su mercado de abastos y los únicos que quedan pendientes de remodelar en la Bahía son el de El Puerto de Santa María y el de Puerto Real.
Ayer el concejal de Desarrollo Económico de Puerto Real, Alfredo Charques, anunciaba que el dinero de Europa, lo de la Edusi, que tiene nombre de vecina del tercero que hace muy bien la carne metía en tomate, se iba a invertir, en parte, en rehabilitar el mercado de abastos de la ciudad. Buena noticia.
Puerto Real tiene un material en su plaza de abastos de lo más interesante. Conozco a cocineros de la provincia que van a él a comprar porque encuentran buena mercancía, sobre todo en lo que se refiere al pescado. Es uno de mis preferidos, no lo voy a negar, desde que empiezo con los churritos de Anca Ramón, hasta que termino, tras la compra y el capricho de las aceitunas de Patricio o los quesitos de la Sierra de Cosano, tomando unas rajitas de adobo en El Dorado.
Es un mercado histórico. Creo que se construyó a finales del siglo XVIII y ahora, la verdad, está un poco "ajado", aunque tiene mucho encanto. Remodelarlo puede ser un importante "punto de atraque" para atraer hasta la ciudad al turismo gastronómico, a esa gente que se mueve buscando cositas buenas y podría ser un acicate para el buen nivel de hostelería que hay en el centro de la ciudad, con bastantes lugares en los que se come bastante bien.
Parece que poco a poco se recuperan los mercados de abastos. La gente aprecia cada día más los productos auténticos frente al "plástico" de las grandes superficies. Sería muy bueno que los ayuntamientos respalden esta tendencia e inviertan en la "cultura de la gastronomía".
Esperemos que ahora se gestione bien la inversión y se logre hacer el mercado más atractivo y más cómodo para comprar y disfrutar. Y ya si El Puerto de Santa María logra también recuperar el suyo, eso sería de gran aplauso. Yo con lo que pongan al menos tan atractivo como el mollete de chicharrrones y pringá del bar Vicente ya me sentiría de lo más contento.
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