HUBO un tiempo muy lejano en el que yo montaba plataformas . Un amigo me llamaba plataformista. Siempre he pensado que es necesario que la gente y los colectivos se involucren en el debate sobre la ciudad , que se discuta lo que haga falta qué se va a hacer y cómo se hace. Me llama la atención el conformismo, la desidia, la abulia o el cinismo con que la mayoría de la gente se toman atropellos o actuaciones discutibles en el entorno urbano. No nos puede dar  lo mismo todo. Se hizo una plataforma ciudadana espontánea para evitar la colocación de un kiosko en Santa María del Mar. Fueron persistentes y al final se salieron con la suya. Pasado el tiempo no estoy tan seguro de que tuvieran razón, sobre todo cuando paso por allí y veo la plaza vacía. Quizás hubiera venido bien el kiosko. Se formó otra plataforma ciudadana contra la salvajada que se pretendía hacer en La Caleta: recrecer y alargar el muelle del Socorro y ampliar el paseo Fernando Quiñones. Era tan obvio que no hizo falta movilizarse en exceso: en cuanto llegó Luis Pizarro a la presidencia del Consorcio del Bicentenario ordenó paralizar la actuación por mucho que la anterior gerente, la Demarcación de Costas y los arquitectos autores del proyecto la defendieran. Recientemente se ha creado otra plataforma para darle un uso al edificio de Valcárcel, que la Diputación vendió a una cadena hotelera tras un complicado proceso jurídico y que el Ayuntamiento de Cádiz modificó su uso tras un no menos complicado procedimiento urbanístico. No está claro que la empresa quiera hacer un hotel y nada se sabe sobre otras propuestas de distintas empresas con el fin de convertir Valcárcel en hotel. Es bastante probable que la movilización efectuada por la gente de Valcárcel Recuperado sirva para que las administraciones (Ayuntamiento, Diputación) le busquen una salida con celeridad a un edificio cuya solución quizás hubiera tardado más tiempo. Cosa diferente es qué uso es el adecuado: para mí el hotel sigue siendo la mejor opción por los puestos de trabajo directos e indirectos.

En el pasado, en mi época plataformista, promovimos algunas con éxito(impedimos un palacio de congresos en Santa Bárbara, una City del siglo XXI en los terrenos de Astilleros y que se instalase Alcampo en los terrenos de la Cervecera) y otras sin éxito (para que la Glorieta continuase hasta el mar en lo que era entonces un solar donde estuvo, y ahora está , el Hotel Playa). Insistimos en su día en miles de debates ciudadanos: por ejemplo en el soterramiento de la vía del tren, al que se oponía el equipo de gobierno de Carlos Díaz y con el tiempo se hizo. O para que la Universidad se instalase al completo en el Río San Pedro, cosa que no conseguimos pero que ahora , visto con tiempo, considero que era un error: lo mejor es que toda la universidad se hubiese instalado en la ciudad de Cádiz. Lo único que conseguimos fue dispersar el campus. Pero siempre me ha interesado fomentar el debate. La decisión última de lo que ocurre en la ciudad la tienen los políticos pero eso no significa que callemos durante cuatro años.