¿Vivíamos mejor?

19 de octubre 2025 - 07:00

El 20% de los jóvenes entre 18 y 24 años creen que los años de dictadura franquista fueron buenos o muy buenos. Un escándalo. Que en esta franja de edad -quienes se estrenarán en las urnas o acaban de hacerlo- uno de cada cinco individuos crea que con Franco se vivía bien justifica cualquier titular alarmista de los que he leído estos días. He visto alusiones al poder de las redes sociales, los discursos neofascistas blanqueados en Tik Tok, o el escaso éxito de la escuela para hacer de barrera al revisionismo histórico. Seguro que todo suma, pero a mí esto empieza a parecerme una forma de echar balones fuera.

Porque si seguimos leyendo más allá, si miramos los datos de la encuesta del CIS, resulta que los que mejor valoran esa época, con un 25,8%, son los mayores de 75 años. Y que los que están entre los 65 y los 74 tampoco se quedan atrás, con un 22,6% de visión favorable. Por el contrario, los más alejados de esta versión edulcorada (y falsa) de la dictadura son quienes tienen de 25 a 34 años (un 15,9%) o entre 35 y 44 (18,5): los que estrenaron la ESO y las redes sociales. Así que sí, enfocar el problema en el impacto de Youtube y similares me parece una manera de quitarse de encima una responsabilidad que nos toca a todos como sociedad, y especialmente a quienes fueron testigos de aquella realidad.

¿Por qué estos señores que sufrieron represión y falta de libertad ven ahora de color de rosa aquellos años? ¿Por qué, si hicieron la reválida y la PREU, si llamaban por teléfono desde una cabina? Seguramente, porque confunden la pregunta, y en lugar de responder cómo estaba el país hace 50 años, responden cómo estaban ellos: más jóvenes.

Por fortuna -porque a algo hay que agarrarse- el mensaje cala mucho menos en las mujeres. Por sexos, solo el 16,8% de las encuestadas (y ya es mucho…) tiene una percepción positiva de aquellos años, a diez puntos de distancia de sus compañeros varones (26%). Ni las mayores deben de tener un recuerdo tan grato de aquellos años de sometimiento, ni las más jóvenes acaban de tragarse el cuento.

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