El Alambique
Belén Domínguez
Ingenuidad
Enel habla de Cádiz, se oía en mi infancia ese sintagma, el trío de la benzina, que, por cierto, nunca supe su significado semántico, aunque éste siempre era más o menos despectivo. Madrid, Barcelona y Atlético me parecen ese trío cuya dicción nunca oigo ahora por Columela, Ancha, Candelaria o Moret. Ha desaparecido del habla de los gaditanos. Pena. Los serios llaman al trío “los grandes”. Unos grandes que no lo son siempre, desde luego, basta con mirar sus tres partidos. Los números indican que el Real es el que mejor escama; pero ese mejor es engañoso parcialmente, bajo mi punto de vista, porque los blancos han ganado dos matches por la mínima, frente a equipitos, y uno de los partidos, de penalti y el otro sacando dos balones que eran goles seguros. Sin la intervención espectacular de un canterano, Carrera, que, al final, ha costado cincuenta kilos, un atleta, desde luego, tendrían varios puntos menos. En Oviedo, bien, triunfo irrebatible ante un exsegunda reciente. Y si no fuera por Embapé, los nueve se reducirían quizá a tres. Claro es que para eso se fichó al hijo de la Mari, para meter goles, y muy buenos.
Si pasamos al Barça del Resucitador alemán, no muy mal los dos primeros encuentros, y espantoso ante el esforzado Rayo, sobre un patatal infame, eso sí. Ni siquiera la estrella de la selección española, perfectamente marcado, consiguió ser él. Creo que se presentaron en el feísimo, ruinoso campo de Vallecas, pensando que andando, sin morder desde el área contraria, sin hacer bien el peligroso uso del orsay, versión cadita, tan bien acometido por un Ignacio Martínez que se echará mucho de menos en el cómputo de goles en contra, se iba a ganar. Eso ya no se lleva, lo de andando, indico. Los modernos escriben Vallecas con k, psssch. Les debe parecer así como más de izquierda, no sé. Más moderno o juvenil o antifachas. Me recuerda a Vaquero-Bakero. Quizá sea coletilla del vascuence. Misterios lingüísticos con carga de profundidad incorporada. San Flick no pudo hacer ningún milagro esta vez, porque su nene mimado, Olmo, falló dos posibles goles dentro casi del área chica. Y menos mal que han fichado a otro Iríbar. Qué porterazo, Dios. Es un gato de casi dos metros. Será el meta de España dentro de poquísimo. Seguro. En definitiva, parece que les va a costar mucho más que el pasado año. Como dice Hamsi, los egos jodidos están emborronando la página. Mucho dinero por uno, por otro, trastorna. Que se lo digan al andalú Fermín. Que tan mal se lleva con el corajudo Gavi. O a Rafiña, que presiento se va convertir en el Rafiña de su primer año con Javi. Pálpitos.
No huele bien el bloque de Paseo de Gracia.
Vamos por la tercera sevillana, ole. Ha sacado dos puntos de nueve. Pero sigue siendo intocable. Me refiero al Energúmeno. Un dios a rayas rojas y blancas, entiendo que les debe parecer a directiva y afición. Intocable. Todos contentos con su lindos dos puntitos. Siete los separa del Real. Siete que pueden ser diez si palman en el Bernabéu. Apellido catalán para el ejido madrileño. Otro misterio lingüístico. Porque jugando así perderán de fijo con los otros dos del trío. Y la liga ya estará malograda. Entiendo que ya lo está. Porque el 5-3-2 del hiper defensivo argentino es más racional que sirva para no encajar goles que para vencer. Y también se han enfrentado a equipitos. Un exsegunda, por ejemplo, empató en Neptuno. Pierde contra Español y empata contra el enclenque Alavés. Ah, se me olvidaba, Ernesto Urtasum sigue siendo ministro del gobierno de España.
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