La quinta copa

31 de mayo 2025 - 07:00

Parece que publicar artículo en sábado de Feria se presta a hablar de ello. Pero ya se adelantaron de forma brillante otros compañeros, así que, sobre estos días, les deseo que intenten ser felices a pesar del calor. Y, si me lo permiten, sugerirles otra forma de felicidad: la de compartirla. Con los de aquí y con los que nunca conoceremos, pero que son, están, y tienen derecho a seguir siendo parte de este mundo en el que debería primar la erradicación de la pobreza extrema.

Me gusta la Feria, bailar y beber fino de la tierra. Me gustan las casetas que no son ruidosas en exceso invadiendo sonidos de las que están al lado. Que priorizaran las sevillanas.

Me encanta la mía, La Charanga, primer premio para satisfacción de los socios que se lo han trabajado… Y lo mejor, encontrar a esos amigos que sólo ves de año en año. Hay que saber aprovechar los momentos felices.

Los charangueros empezamos muy jóvenes. Cuando no nos daba miedo subir o bajar pintando o decorando. Cada velada, con la alegría, surge la conversación del tiempo y sus efectos. Alguien me frenó: -Convéncete. Nunca vas a estar mejor que ahora-. Tiene razón. Agradezco a este año un nuevo nieto, el que sigamos ilusionados en proyectos…

La ciudad presume de Feria y de que viva en ella gente maravillosa, como sor Emilia. Una Hija de la Caridad que se toma muy en serio ese apellido,

Todos los años envía un contenedor a unas misiones de Madagascar. Hace pocos días necesitaba 1.000 kilos de arroz y 500 de garbanzos. Se fue corriendo la voz y algunos acudieron a echarle una mano. Un kilo de arroz, poco más de un euro, nada en la feria vale ya un euro. Ahora necesita ayuda para pagar el traslado de ese enorme contenedor hasta su destino antes del día seis.

Que sí. Que ya sé que son muchos los frentes. Demasiadas las campañas. Pero tenemos la suerte de ser de los que damos. La suerte. Repito. Tal vez podríamos ahorrar la quinta, la sexta copa y colaborar en su precioso proyecto.

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