
El Alambique
María González Forte
Creer o no creer
La Corredera
La Lengua es quizás la mejor manera de entenderse y de relacionarse unos con otros. Pero aún en el idioma los recalcitrantes ponen su acento para lograr un desacuerdo. A mí me da mucho coraje que a Gerona le llamen Girona, porque desde siempre Cataluña han sido cuatro: Barcelona, Lérida, Gerona y Tarragona. Pero por la manía de ser diferente, cambian la e por la i. No lo puedo remediar, cada vez que en la tele dicen Girona, yo les chillo diciendo Gerona. Y además pienso que lo mismo podíamos hacer los gaditanos, puesto que, aunque Cádiz es tal como he escrito, en realidad nunca lo decimos así, sino quitándole la zeta e incluso diciendo simplemente Caí. Orgulloso de ser gaditano puede haber muchos, pero yo… hasta la médula.
Esto es una prueba más de la manía de dividir y dividir. Dicen que en la Tierra hay más de cien idiomas, figúrense ustedes quien puede dominarlas. Dicen que la Torre de Babel fracasó por el lío de las lenguas. En nuestro ámbito hay dos principales, la primera es el inglés y la segunda, el español. Inglés lo habla medio mundo y el español, además de los hispanos, lo habla prácticamente toda América del Sur, del Centro y hasta Méjico. Es el idioma causa y argumento de unión y entendimiento. Y de ello tenemos que estar orgullosos.
Bien está que aprendamos inglés y francés y hasta alemán. El presidente de los empresarios gaditanos dijo un día en el periódico (lo leí y recuerdo yo) que quien supiera alemán se colocaba fácilmente en Cádiz. Pues está bien saber inglés, le incitamos a nuestros hijos y nietos porque es idioma universal y para entenderse con todo quisque es bueno saberlo y entenderlo. No vamos a hacer como aquel cuento que leíamos de Tarzán cuando decía: “yo querer comer”, o bien “yo subir árbol mona Chita”. Hay que estar al día, pero sin pasarse, y sobre todo buscando hasta en el idioma la diferencia y la separación, que así entiendo a quienes se obstinan en decir Girona de las narices.
Fíjense ustedes como cunde el fenómeno. Se entiende el fútbol con su particular léxico: penalti, outsider, córner, Fray betel. ¡Vale tío! Es lógico porque el fútbol es deporte mundial y no vamos a llamar ‘castigo en el área’ al penalti. Pero de eso a poner hasta los anuncios en los campos de fútbol en inglés en su mayoría va un mundo. Por ejemplo, en el reciente encuentro en el campo del Mallorca de Copa del Rey entre dos equipos españoles, los letreros eran así: ‘Air Europa’, ‘BW scores’, ‘FC Mobile’, ‘Wood Hyatt’, ‘Love your gank’, ‘Just heat’ y ‘UEFA Women League Nations’. Sí, sí, tuve la paciencia de ir anotando uno por uno cuantos salían. Y no me digan ustedes que los mallorquines y sus adversarios hispanos sabían inglés. Ni lo espectadores. Yo, por ejemplo, sólo aprendí para poder ligar con las niñas, en mis tiempos, “you are very beautiful” , pero ni por eso.
¿Y las camisetas? ‘Dazn’, camiseta de periodistas Es raro ver a un chaval y a quien no es chaval con una camiseta con un slogan en inglés, por mucho que digan luego que es la marca. Dos ejemplos: ‘Ok mobily’ y ‘Better fly’. Y en la tele, ‘LG oled’, ‘Hy permotion’, ‘Sport’, ‘Sparay’...
P.D. En fin, cosas peores veredes. Pero como a mí me pica oír lo de Girona y Girona, pues hoy me he desahogado con ustedes. Pero ya sabéis cuando digan Girona, ustedes decir Cadi, sin zeta.
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