El Alambique
Belén Domínguez
Ingenuidad
Siento ser desagradable (como las mascarillas) pero lamento informarles de que en el mar, además de agua, salitre y mojarritas, hay otras especies más raras de ver sí, pero cuyo nombre contundente suena a taquillazo setentero gracias a Spielberg, al que debemos agradecer (a él y a John Williams) el entrar con cierto recelo orilla adentro, mirándonos los pies. Sí. Fue noticia el otro día que han cerrado una playa cercana, en Zahara de los Atunes, y otra en Cataluña. Un tiburón aquí y tres allá. Imagino el revuelo entre los bañistas y el subidón de adrenalina de los hasselhoffs barbateños al grito de ¡salgan del agua! Me habría encantado vivirlo. Soy así. No lo puedo remediar. Pero parece que no bastó para que la gente abandonara la playa. No sé qué es peor, si un tiburón o bacterias malvadas en el agua. Y éstas últimas son noticia por cerrar playas en Puerto Real. Qué desbarajuste. Con lo tranquilos que han debido estar tiburones y mojarritas en este abril raro en el que nadie frecuentó la playa, que se prolongó hasta final de mayo. Ay. Suspiro. Aunque las bacterias vienen con nosotros, por sucios. Y si dicen los que saben y entienden y mandan que las hay en el agua, y no se trata de una mentirijilla piadosa para que nos quedemos con nuestras miasmas en la piscina hinchable de casa, es que las hay. No es que no se estén haciendo las cosas bien. Ustedes tranquilos: las pruebas para detectar el coronavirus son ágiles, para todos y accesibles (capten la ironía). La información abunda y los documentos gráficos de la pandemia (como en los anuncios de la DGT) realmente asustan y conciencian a los jóvenes y no tan jóvenes, que respetan y cumplen normas, y no invaden el espacio, incluso íntimo, en un trocito de playa, o en la cola del supermercado. Pa qué. Y mientras fantaseo, como si de una película estrella de Sitges se tratase, con soltar pirañas amaestradas ¡muajajaja! (que no muerdan, claro, al menos de verdad) que actúen cuando se atesten las playas sin orden ninguno. No sé, a lo mejor a los políticos, que son los que saben, entienden y mandan, se les haría un gran favor si no son capaces de tomar medidas serias, reales y efectivas. Pues listo, un puñado de pirañas de juguete, de aspecto aterrador, o un animatrónico en forma de tiburón blanco en Santa María del Mar teledirigido por el Kichi. Yo qué sé. Todavía no ha llegado agosto, y en Cádiz y alrededor nos estamos "salvando" de caer en casos como el de Murcia donde se ha retrocedido a la Fase 1, y parece, que el ascenso del Cádiz trajo la inmunidad a un montón de carajotes (tiempo al tiempo). Perdonen el monotema, pero no sé si a ustedes les da impresión pensar en volver a aplaudir todas las tardes. Videollamadas otra vez no, por favor. Desde el barco de la coherencia dan ganas de arrojar a unos cuantos a los tiburones.
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