Tachandomuy feliz

10 de febrero 2024 - 01:00

Reconozco que tengo un almanaque de Fray Leopoldo justo al lado del aparador donde tengo apuntadas todas las fechas de esta fiesta ordinaria. Y no precisamente para estar al tanto de las mismas y disfrutarlas, por Dios, simplemente para darme el gustazo de ir tachándolas con un Carioca rojo (como en la censura que tanto añoro y que en parte depuró las majaderías que cantan los pitecántropos del Carnaval). Ayer taché el Concurso y antes lo iba haciendo con sus fases o con las fiestas gastronómicas. Cada vez que tacho es como si escuchara el Aleluya de ‘El Mesías’ de Händel a toda voz. ¡Qué goce espiritual! Hoy me tocará pintar de rojo el pregón de ese señor que lleva sonriendo desde que estaba en la incubadora. Parece que tiene una máscara de la felicidad. Le apodan ‘El Sheriff’ y ya les adelanto yo lo que será su pregón: ¡Qué porquería! Aunque los miles de papanatas que estarán en San Antonio dirán que ha sido una cosa preciosa, dados sus escasos paladares. Mañana domingo tacharé los carruseles y la cabalgata. Y así sucesivamente cada día hasta llegar al llamado Domingo de Piñata en el que, claro está, ya no se abre una piñata como antiguamente. Está claro que los bárbaros se matarían debajo de ella por coger gratis un matasuegras o una careta de cartón con la cara de Heidi. Poco a poco se irá muriendo este Carnaval y daremos paso a la bendita Cuaresma. Aunque antes, qué horror, coincide el Miércoles de Ceniza con el Día de los Enamorados. Las personas de bien estamos cercadas, pero resistiremos.

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