José Blas Fernández

Recordar es un acto noble y necesario

Hoy se cumplen 27 años de la muerte del juez Rafael Martínez a manos de ETA

10 de febrero 2024 - 01:00

Hoy, 10 de febrero, se cumplen 27 años del trágico atentado que conmovió a la comunidad jurídica y a toda España, marcando un antes y un después en el Colegio de Graduados Sociales de Cádiz y Ceuta. En esta fecha, en 1997, el Comando Madrid de ETA llevó a cabo uno de sus actos más crueles al asesinar al magistrado Rafael Martínez Emperador, un destacado miembro de la Sala Cuarta del Tribunal Supremo, cuya vida fue truncada de forma abrupta y violenta con un disparo por la espalda al salir de su casa en Madrid.

Rafael Martínez Emperador no solo era un respetado juez y un padre de familia, sino también un individuo de gran bondad y firme convicción democrática. Su contribución al Derecho del Trabajo en España fue fundamental, elevando la importancia judicial de las relaciones laborales dentro de un marco democrático. Las sentencias que emitió se convirtieron en referentes dentro del ámbito laboral español, y su participación fue clave en las reformas laborales que se llevaron a cabo en las décadas de los ochenta y noventa.

Visitó Cádiz cuatro días antes del tiro en la nuca, como invitado del Colegio Oficial de Graduados Sociales de Cádiz y Ceuta, para una conferencia en el marco del 25 Aniversario de la institución, sigue siendo recordada con especial afecto. Recuerdo que aquel día atendió amablemente a DIARIO DE CADIZ concediendo una entrevista.

Su asesinato no solo fue un golpe para su familia y amigos, sino también para el ámbito jurídico y laboral en España, privándonos de futuras contribuciones que, sin duda, habrían sido fundamentales.

El Colegio de Graduados Sociales de Cádiz y Ceuta ha mantenido vivo el legado de Martínez Emperador, honrándolo constantemente y reconociendo el alto precio que pagó como defensor de la democracia y la justicia. La Escuela de Práctica Jurídica del Colegio lleva su nombre, “Rafael Martínez Emperador”, como un recordatorio perpetuo de su figura y como parte esencial en la formación y el desarrollo profesional de los graduados sociales.

En la sede de la Casa de Iberoamérica, anteriormente Cárcel Real y sede judicial en los años 90, se colocó una placa conmemorativa para rendirle homenaje, reafirmando el compromiso del Colegio con los valores de memoria y gratitud. La figura de Martínez Emperador sigue siendo un faro de inspiración, demostrando la importancia de recordar y agradecer a aquellos que, como él, han hecho contribuciones significativas al ámbito social y laboral, incluso al costo de sus propias vidas.

El escritor y Premio Nobel Elie Wiesel dijo una vez: “Recordar es un acto noble y necesario”. Vaya desde aquí nuestro recuerdo al juez Martínez Emperador.

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