Van pasando los años, lentamente, a veces demasiado lentamente. Pero los recuerdos siempre permanecerán. Para algunos, cada vez menos, aquellos idílicos pinares, los acantilados, el viejo Fortín, y la rocas, forman parte de su historia, una historia que mi generación mezcla con aquellos caminos de arena, con los vespinos y los primeros besos; con las litronas de cerveza y aquella Huerta.

Eran los tiempos del nuevo Centro Comercial, de La Escafandra y los nuevos viejos amigos de otros lugares. Era tiempos de despedidas, de rampita y adioses emocionados al final del verano. Y entonces llegó aquel progreso llamado Puerto Sherry, algo que pensamos cambiaria el paisaje de El Puerto, pero que quedó solo en Puerto Sherry, a medio acabar, con eternos esqueletos en ladrillo visto en donde las ratas no dejaban que ni los ocupas hicieran su agosto.

Todos sabíamos que algún día, algún día, aquello sería un nuevo Puerto Banús, pero pasaron los años, los ladrillos se tiñeron de pintadas, los matojos decoraron los bajos, y el abandono se pincelaba con algunos valientes que miraban el moderno puerto desde sus ventanas.

Quienes jugaban en los pinares dejaron de soñar y se marcharon para siempre; los que vendimos hace años el vespino y fuimos directos testigos del cambio, seguimos soñando; los que jamás pueden comparar, y siempre vieron la misma imagen, ahora verán los cambios… lo primero, la limpieza y el derribo de los nidos de alimañas.

Ahora la pregunta es otra. Y, ahora ¿qué’? Volverán las amarillas retroexcavadoras esas tierra arañar. Volveremos a ver las grúas altivas inundando el paisaje. El olor de los motores volverá a regar con hormigón azoteas y veladores. Sinceramente no se si es ideal la tranquila soledad de solares decorados; la bella paz de elegantes edificios; o el olvido. Un día moriremos, los de mi generación, seguro, y quizás nos vayamos con la imagen de un Pueblo Marinero en Puerto Sherry inacabado. Al menos es de agradecer que la ciudad abandonada en que se convirtió haya desaparecido. Ahora queda ver que nos depara el futuro.