El Alambique
J. García de Romeu
En un Puerto gaditano
Estamos, de nuevo, ante unas elecciones que ha alcanzado el máximo interés de su historia. Las elecciones europeas nunca han suscitado la atención de los ciudadanos. Europa no interesa porque no la sentimos como algo propio. Sin embargo la realidad es bien distinta, sin Europa, sin sus fondos, la democracia española se contaría de otra manera. Como decía Ortega y Gasset, España es el problema y Europa la solución. Así se entendió durante nuestra Transición y la prioridad era integrarnos en el selecto club europeo. Después de décadas España es el problema porque su situación política, mediática y judicial no lanzan las señales de una democracia europea y moderna. Seguimos, en la actualidad, con muchos tics del pasado.
Decía Fernando Morán que la entrada de España en Europa significó la "recuperación de nuestras libertades y constitución democrática". Ahora nos parece normal la pertenencia a Europa, pero en aquellos años, los que formamos parte de la Transición, nos llenó de orgullo ver la bandera de nuestro país ondeando junto a la de nuestros vecinos, éramos Europa.
Por eso ahora sorprende las críticas que se lanzan hacia el continente europeo desde muchos sectores. Hace poco tuvimos las largas marchas de agricultores en contra de las resoluciones europeas apoyadas por grupos ultras que están en contra de lo que hoy significa Europa. Sin los fondos europeos la agricultura española no estaría al nivel que se encuentra hoy. España es el segundo receptor de fondos agrarios de la UE con más de cinco mil millones. Por consiguiente, todo lo que sea renuncia a Europa es pobreza y retroceso para España. Y ya lo hemos comprobado en la Pandemia y con la guerra de Ucrania.
Por tanto, estas elecciones son de una vital importancia para nuestro sistema social y económico europeo. Si se produce la victoria de la coalición de derechas y ultraderechas que pronostican las diferentes encuestas, se pone en peligro el estado social europeo que llevamos tantos años disfrutando y defendiendo. Menos impuestos, menos gastos sociales, menos salarios, menos pensiones, en definitiva menos Europa. La coalición de ultras que se están uniendo desde Europa hasta Centro América con Milei, tienen en mente la nueva versión económica que están practicando en sus países, el anarcocapitalismo que tantas desgracias está provocando en Argentina.
Menos Estado y menos gasto social, ya en España lo está practicando Ayuso con el beneplácito de su partido y ahora quieren llevarlo a unas instituciones en las que no creen.
Por consiguiente, estas elecciones europeas son de vital importancia para poder seguir manteniendo el estado de bienestar que llevamos tantos años disfrutando y lo que necesitamos es más Europa y menos ultraliberales de panderetas.
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