El sueño de Isabel de Falla

Música

Semblanza de la sobrina del compositor gaditano y de su afán por que Cádiz dispusiera de un espacio dedicado a Manuel de Falla

Isabel de Falla, fotografiada en Cádiz en 1997.
Isabel de Falla, fotografiada en Cádiz en 1997. / Julio González
José Ramón Ripoll
- Poeta y musicólogo

16 de febrero 2022 - 06:00

Isabel de Falla, única sobrina del autor de El amor brujo, se fue de este mundo hace unos días sin poder ver cumplido uno de sus mayores deseos, como la creación de un espacio en Cádiz que recordara y difundiera la obra de su tío en la tierra que le vio nacer. Desde que en 1988 se constituyera la Fundación Manuel de Falla, de la que fue presidenta, y en 1991 el Archivo Manuel de Falla en Granada, ciudad donde el músico gaditano vivió una parte importante de su vida, y que hoy alberga más de cincuenta mil documentos, entre cartas, partituras, libros, imágenes, apuntes y objetos del compositor, siempre mantuvo que Cádiz fue la primera fuente de inspiración y un referente continuo en la vida de su antepasado. No se trataba de abrir una sucursal del Archivo en Cádiz, sino de crear y un centro permanente de actividades, donde tanto los vecinos como los visitantes a la provincia tuvieran acceso al conocimiento de la vida, obra y entorno del músico español más internacional de todos los tiempos.

Aunque salvadoreña de origen, Isabel de Falla nació en la localidad de Santa Ana en 1932, donde se instalaron sus padres que se habían conocido y casado en París. Volvió a España con su familia a los siete años de edad, residiendo entre San Fernando y Puerto Real hasta que contrajo matrimonio con el arquitecto José María García de Paredes, referente en construcción de auditorios como el de Madrid, Granada o Valencia. Al trasladar su residencia a Madrid nunca perdió el contacto con Cádiz, ya fuera a través de sus familiares y amigos, de sus continuos viajes y estancias veraniegas o como participante en diferentes eventos culturales de la ciudad. En 1992 fue nombrada académica correspondiente de la Real Academia Provincial de Bellas Artes de Cádiz y en 1997 de la Real Academia Hispano Americana, además de ser miembro de la Real Academia de San Fernando en Madrid.

Con ocasión de un número que RevistAtlántica de poesía dedicó a Manuel de Falla en 1996, la recuerdo en la presentación reivindicando públicamente la gaditanía del compositor más allá de cualquier tipo de pretensiones localistas o provincianas. Trazó unos vasos comunicantes por los que tanto Cádiz como Falla saldrían beneficiados en buena justicia. Animó la causa Antonio Gallego, el mayor especialista en la obra falliana, y el entonces presidente de la Diputación Provincial, Rafael Román, inició el proyecto. En 2001 celebramos el 125 aniversario del nacimiento de nuestro músico con un ciclo de conferencias, exposiciones y conciertos bajo el epígrafe de ‘En torno a Falla’, se firmó un protocolo entre la propia Diputación, la propietaria de la casa natal del homenajeado, la Fundación de la Caja de Ahorros de San Fernando e Isabel de Falla para crear la ‘Biblioteca Cádiz-Manuel de Falla’, con sede provisional en la Casa Pemán, sin perder de vista su definitiva ubicación en una de las fincas urbanas donde vivió el ‘Premanuel de Antefalla’, como acertadamente llamó Gerardo Diego al maestro durante sus años de juventud gaditana. Por empeño de Isabel, la Diputación reeditó el libro Manuel de Falla: su vida íntima, de Juan Viniegra, que ya se había publicado en 1966 y cuya edición estaba totalmente agotada: un interesante documento al tratarse del único recorrido vital escrito por un amigo de la infancia del biografiado.

Lamentablemente, aquella propuesta que todos acogimos con ilusión se deshizo en el aire a causa de los cambios administrativos y políticos de las instituciones que en principio la iban a sustentar, pero en la cabeza de Isabel siempre rondaba este sueño, y en su corazón la esperanza de que algún día, aún después de su muerte, llegaría a cumplirse. Gracias a su tenacidad la obra de Falla se ha multiplicado. De su cuidadísimo archivo han salido a la luz partituras, bocetos y títulos que ayudan a comprender paso a paso el estilo y la dinámica de un compositor comprometido con su tiempo y lenguaje, a la vez que se ha velado por mantener la pureza de una música ambicionada por arreglistas publicitarios e intérpretes oportunistas. La tarea de Isabel queda ahora en manos de sus hijos, principalmente de Elena García de Paredes, gerente de la Fundación, que puntualmente acude a la cita de los gaditanos con la música, aportando desde hace años ideas y materiales para las exposiciones monográficas que sobre Falla se llevan a cabo durante el Festival de Música Española.

Granada, 1939: la pequeña Isabel en compañía de sus padres y de Manuel de Falla.
Granada, 1939: la pequeña Isabel en compañía de sus padres y de Manuel de Falla.

En la última de ellas, que tuve el honor de coordinar, pudo verse en una fotografía tomada en la Granada de 1939 al compositor acompañado por su hermano Germán, su cuñada —María Luisa López— y Maribel, que así le llamaban su tío y sus amigos. Fue la última vez que la familia vio vivo a Don Manuel antes de partir hacia Argentina con su hermana María del Carmen. Volvió a Cádiz ya muerto en 1947, donde le esperaba su sobrina para emprender un sueño.

‘El sueño de Isabel’ es un número de Atlántida, la cantata en la que Falla trabajó durante los últimos años de su vida, terminada por su discípulo Ernesto Halffter. En la tercera parte, la reina Isabel la Católica sueña que un ave se posa en su mano para arrebatarle un anillo y, una vez en medio del mar, lo deja caer para que brote una isla que se transformará en un nuevo continente. El marido de Isabel de Falla dibujó una paloma que le dedicó bajo el mismo enunciado. Ese sueño permanece latente en la imaginación de todos los gaditanos que amamos la música de Manuel de Falla y desde aquí me atrevo a reescribirlo en forma de epitafio: “El sueño de Isabel fue una paloma que se llevó en el pico su alianza / dejándola caer en medio del océano. / Allí surgió una isla de esperanza, de música y amor/ que ahora resuena”.

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