Seis islas remotas en el discurso artístico de Fátima Conesa

Navegando por la vertiginosa realidad con que Google Earth te lleva fascinantemente de un lado a otro del mundo, Fátima Conesa se topó de lleno con el trabajo que ahora presenta.

Se trata de la muestra Habitantes de Moebius, que ayer inauguró en la Sala Rivadavia, en la que reflexiona sobre nuestro lugar en el mundo, a través de la presentación en grabado, pintura y fotograbado de seis islas reales y totalmente desconocidas, que con este trabajo rescata de su olvido.

"A través de una idea figurativa hago un discurso abstracto", dice la artista algecireña de una producción que siempre ha mantenido entre ambas tendencias artísticas, "siendo la primera vez que se distorsiona tanto ese límite en mi obra".

En su propuesta, integrada a su vez por unas 70 piezas con tamaños que van desde los 6 centímetros a los 2x2, rescata del aislamiento estos pequeños espacios geográficos que contextualiza entre historias sin desperdicio. Wrangel, Bouvet, Tristán de acuña, Migingo, Jan Mayen y Miyakejima son los espacios surcados por la artista, de cuyos territorios se extraen anécdotas tan curiosas como el uso de máscaras por todos los habitantes de Miyakejima debido al flujo tóxico de un volcán ; o la convivencia únicamente de científicos en la isla noruega situada en el Ártico de Jan Mayen, así como que Bouvet es el punto de tierra más aislado de tierra firme.

Son historias que también narra de la mano de Federico Fuentes Guzmán, que enmarca la obra de Fátima entre textos cargados de imaginación, y así potenciar el sentido de un trabajo que también pretende reflexionar sobre nuestra existencia ínfima en el planeta. Una muestra para la que Diputación ha elaborado catálogo.

De esta forma presenta estas seis islas -aparte de otras inventadas- en perspectiva, desde arriba, y también desde el fondo del mar, en una versión inversa de doce obras que presenta en litografía.

El recorrido también ofrece fotograbados con vistas del Estrecho de Gibraltar, "con distorsiones del mapa, con perspectivas diferentes que descontextualizan la imagen para hablar del flujo constante migratorio", además de una caja de luz en la que pueden verse los seis puntos en el mapa, "pero de forma abstracta, convirtiéndose en algo muy espacial y genérico". Porque si algo tiene claro Conesa es que todos "somos puntos en el mundo, como estas islas", puntualiza de una obra que quiere que hable por sí sola en el marco de Rivadavia, donde llega con muchas ganas, como hija y nieta de gaditana.

Fátima Conesa Sala Rivadavia, Puede verse hasta el 14 de noviembre.