"En esta obra encontramos personajes cautivos del azar"
eduardo formanti. escritor
El autor gaditano presenta mañana en El Pelícano su novela 'El final de la tregua', editada por Mayi y que sucede a sus libros de relatos cortos
-¿Por qué una novela tras sus exitosos textos cortos?
-Después de haber escrito los libros de relatos Cuentos abandonados y San Fernando Secreto, y haber colaborado en varias antologías y revistas literarias, El final de la tregua es la primera novela que he decidido publicar aunque no es la primera que he escrito. Dos novelas anteriores a esta ya quedaron finalistas de los premios internacionales de novela Luis Berenguer de San Fernando y en el Certamen Carta Puebla de Ciudad Real.
-Más acostumbrado al relato corto, ¿la novela es un reto?
-Cada vez que me enfrento a una historia es un reto, bien sea un relato corto, un artículo o una novela. Tras la publicación de los libros de Cuentos abandonados y San Fernando Secreto, me apetecía adentrarme en una trama más larga, poder narrar una historia sin el corsé de la estructura y las reglas tan específicas del cuento literario. El final de la Tregua es el fruto de esta inquietud.
-¿Qué encontramos en esta obra? Por su sinopsis parece un drama.
-Yo no podría catalogar esta novela en un género concreto, de hecho no suelo catalogar a ninguna. Yo no distingo una novela por su género; cuando tengo un libro entre mis manos, jamás me paro a pensar si estoy ante una novela negra, histórica, romántica o de aventuras, yo solo distingo entre novelas que me gustan y me seducen y las que no, el género lo dejo para los exégetas de la literatura. Digamos que en El final de la tregua nos vamos a encontrar con personajes cautivos del azar, que se verán superados por los acontecimientos, llegando a extremos a los que jamás hubiesen creído que podrían llegar. Me gusta horadar en la conciencia humana, someter a los personajes a situaciones extremas e inesperadas que muestren todo lo mejor y lo peor de ellos. Antihéroes que deben asumir roles para los que no están preparados para poder seguir subsistiendo y villanos que, tal vez, no lo sean tanto.
-¿Hay Cádiz en esta novela?
-La novela tiene varios escenarios, uno de ellos es la ciudad de Cádiz, pero no es el único enclave geográfico que aparecerá en la trama. Los personajes de esta novela transitan por distintas ciudades, donde les ocurrirán episodios que marcarán sus vidas para siempre.
-Usted es trabajador portuario, ¿esta obra tiene que ver con el mundo del muelle?
-La ciudad de Cádiz está muy vinculada a su puerto, por ello no es de extrañar que las ocupaciones de algunos de los personajes de esta novela formen parte de las funciones propias la comunidad portuaria. Raro es la familia gaditana que no tenga algún miembro en su árbol genealógico que no guarde relación directa o indirecta con el puerto o el mar.
-El azar parece una de las constantes en esta novela. ¿Por qué?
-Pienso que en gran medida somos frutos del azar, las grandes decisiones que tomamos en nuestra vida, la mayoría de ellas vienen precedidas por pequeñas decisiones de las que ni siquiera nos damos cuenta, más propias del albur que de una meditada reflexión. El hecho de caminar por una calle o por la contigua, subirse a un autobús o al siguiente, mantener una conversación aparentemente insustancial o una simple llamada telefónica errónea, pueden abrir una nueva e inesperada puerta en nuestras vidas o una sima por la que nos precipitemos hacia un lugar hasta entonces desconocido.
-¿Qué espera de El final de la tregua?
- Para mí, ahora comienza la etapa más ilusionante para el escritor: el momento en el que tu obra emerge del anonimato para ser leída por los demás. A partir de este instante los personajes, la trama, todo lo que has escrito deja de pertenecerte para tomar vida propia en la mente de cada lector. Por mi parte solo espero no defraudar a aquellos que se atrevan a adentrarse en esta novela.
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