Cultura

Descubren una iglesia visigoda bajo el Monasterio de Regla de Chipiona

  • Un equipo de arqueólogos de la Universidad de Granada afirma que es la única que se conserva íntegra en España

  • La Junta está revisando el expediente de declaración BIC para actualizarlo

Cripta de la iglesia visigoda en el Monasterio de Regla

Cripta de la iglesia visigoda en el Monasterio de Regla / Antonio Ramos

La bodega subterránea del castillo del fundador de Chipiona, hasta ahora considerado como el punto de origen del Monasterio de Nuestra Señora de Regla no era ni tal bodega ni tal castillo. Se trata de un castillo mahometano –en lugar de uno castellano-leonés– y de la cripta de una iglesia visigoda del siglo VII en perfecto estado de conservación que adelanta hasta en siete siglos a todo el conjunto arquitectónico y que recoge en el Monasterio de Regla “toda la historia del monacato español, de la que es heredera la actual comunidad franciscana” que vive entre sus muros. A esto se suma la constatación en este mismo espacio de un Ribat o castillo de un gran monasterio islámico sufí de origen almorávide.

Así lo confirma Antonio Ramos, profesor del Departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Granada, que junto a su equipo de arqueólogos trabaja desde 2008 en el Monasterio de Nuestra Señora de Regla de Chipiona. En el actual monasterio han descubierto que entre sus dependencias existe una iglesia visigoda de dos plantas “que se camufla en la arquitectura del edificio y que es la única conocida en España que se conserva íntegramente”. La conforma una nave de 15 metros de largo por 4,5 de ancho, bajo la que se encuentra otra subterránea que sería la cripta. Una nave subterránea que está cubierta con bóveda de cañón, soportada por arcos y que a modo de curiosidad, dispone de un sepulcro de excelencia excavado en la pared donde estarían depositadas previsiblemente las reliquias de un santo mártir, a cuyos pies se abre un pozo de agua.

“Originariamente se usaría como lugar de culto, herencia de las catacumbas de los primeros cristianos”. Pero los monjes agustinos lo usaban como bodega, explica Antonio Ramos, en alusión al conocimiento por parte de la comunidad monástica de estos espacios, que están a la vista en el claustro del monasterio, a excepción del subterráneo que no es visitable.

El punto de inflexión de esta investigación fue el estudio de una ventana litúrgica de la planta superior del templo compuesta por dos arcos de herradura apuntados sobre una columnata, con una ventana central o parteluz. Una pieza arquitectónica clave que ha hecho viajar a este equipo de arqueólogos por el túnel del tiempo hasta casi siete siglos atrás, previsiblemente al mediados del siglo VII en lugar de finales del XIII, que es cuando llegan los agustinos con la Virgen de Regla.

Imagen de la ventana de la planta superior del templo crucial en la investigación. Imagen de la ventana de la planta superior del templo crucial en la investigación.

Imagen de la ventana de la planta superior del templo crucial en la investigación. / Antonio Ramos

Se trata de un vano que “ha roto su silencio” y a través del que Antonio Ramos vio la luz que, sucesivamente, cristiana e islámica, había tamizado la ventana. “La ventana tiene una microhistoria contenida. Es de origen visigodo, tuvo una larga vida mozárabe –que mantuvieron el uso cristiano del edificio– y fue reformada en la época andalusí de la administración almorávide, para pasar después al legado benedictino agustino, castellano y mudéjar”.

Fue la discordancia arquitectónica entre la columnata –que era la originaria– y la arcada árabe que la remata lo que determinó el contenido de su historia, constatándose finalmente la conversión de la antigua ventana cristiana en otra nueva islámica. El desalojo cristiano del edificio tuvo lugar con los almorávides, que pasaron a controlar Al-Andalus, tras lo que el enclave se convirtió en un castillo musulmán ribat monasterio.

Por esta ventana también asoma, por tanto, la existencia del ribat, que se conserva en su totalidad. En este apartado, Antonio Ramos señala que “sólo hay un ribat monasterio conocido en España, en Guadarmar del Segura, tras su declaración como BIC”.

Estos hallazgos han sido de tal envergadura, que la Junta de Andalucía está revisando actualmente el expediente de declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) del santuario, que debe actualizarse con estos nuevos descubrimientos.

Lugares que no son anónimos para la historia, tal y como descubren las fuentes escritas. Así, “la iglesia correspondería al Monasterio Nono fundado por San Fructuoso de Braga, al que sucedería el Ribat almonastir de Las Mezquitas, citado por el gran geógrafo árabe al-Isidri”, concluye Antonio Ramos.

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