Con Last Days, película que despide el trimestre de Campus Cinema Alcances hasta después de Navidades, el desconcertante Gus Van Sant cierra su autollamada "trilogía de la muerte". Como sus anteriores entregas, Gerry y la extraordinaria Elephant, la narración y los diálogos son escasos, en una gran depuración estilística, con tramas que ocurren en pocas horas y rompiendo la coherencia cronológica. Con esto, Van Sant parece regresar definitivamente a las raíces del cine independiente puro y duro que le vio nacer, tras transitar por los grandes estudios donde llevo a cabo disparates tan sonados como recrear la magistral Psicosis calcándola plano a plano.

La película recrea en clave los últimos días del líder del grupo Nirvana, Kurt Cubain, que se suicidó en 1994. El miedo a problemas legales derivados de la controvertida viuda del músico, Courtney Love, hicieron cambiar a Van Sant los nombres de los personajes, pero lo que cuenta es inequívoco. El cineasta pudo así completar un proyecto que tenía en mente desde la muerte de Cobain. Para encarnar al sosias del cantante se contó con el ascendente hermano de Brad Pitt, Michael, al que pronto veremos protagonizando Seda, la adaptación del célebre libro de Alessandro Baricco. Compañeros suyos de reparto son Lukas Haas y Asia Argento, la hija del legendario director de cine italiano Darío que se sigue labrando su carrera internacional.