Poncho K celebra en la Sala Imagina sus diez años de carrera

Poncho K es uno de esos músicos que se ha hecho a sí mismo, que disconforme con lo que le ha tocado vivir se calza las botas y la guitarra para buscarse la vida allá donde la haya. Así, aunque nació en Sevilla a principios de los años ochenta, a los dieciocho decidió abandonar la comunidad andaluza para instalarse en Madrid, donde empezó a tocar, a componer y hacerse oír en los garitos de la capital.

Con sólo veinte años le llegó su primer gran contrato discográfico con la multinacional más grande del planeta: Sony Music, con la que publicó su primer disco, No quiero empates; sin embargo, a lo largo de su carrera, Poncko K ha ido cambiando de caballo para correr más rápido.

Tras publicar en 2005 su tercer disco, Cuantovaqueré, con una discográfica independiente, decide abandonar la vida atropellada de la capital para instalarse en un pequeño pueblo en el que componer y tocar con mayor libertad… para volver tan sólo dos años después con Sony para sacar a la luz su cuarto trabajo, Cantes valientes.

Tras tomarse un año sabático, Poncho K vuelve con su último disco, Una historia con las manos, que supone una celebración de su singular manera de comprender la vida y la música y para el que ha contado con la participación, entre otros, del poeta Marcos Ana, el músico Rubén Pozo (de Pereza) y la cantante María Malapinta.

Su música es una suerte de cruce afortunado del rock andaluz de Pata Negra y Triana, el desparpajo de Extremoduro o la capacidad fabuladora de un Albert Pla (con el que ha colaborado desde hace muchos años). Mezcla por tanto del rock más original de este país con unas letras surrealistas llenas de referencias inexplicables que pesan tanto como los acordes y los arreglos de sus canciones.