Cultura

Pilar Vera o el absoluto pasmo

  • La escritora y periodista presenta en Cádiz su primer libro, 'Cámara Oscura' , un conjunto de relatos fantásticos que miran más allá de la realidad: "La realidad te guiña, es mucho más que la realidad"

"Acaban de asistir al nacimiento de una voz nueva, suave y fresca de la literatura española". Así terminó ayer noche el periodista Óscar Lobato en la Biblioteca Provincial el acto de presentación del libro Cámara oscura, de Pilar Vera, una mujer que tiene los ojos grandes de tanto asombrarse de la realidad, de tanto pasmarse. "Pasan motoristas por la avenida y veo centauros. Transformar la realidad no me cuesta nada. La realidad está llena de guiños, no es lo que vemos, es mucho más", dijo Vera. Por tanto, Cámara oscura no es, afortunadamente, la realidad, es mucho más.

Situemos a la autora (Cádiz, 1975): "Si pongo un vencejo en diciembre me da un derrame cerebral. Necesito no salirme de la más absoluta exactitud del entorno para que en el resto, lo que se va a salir de la realidad, no haya fisuras (...) quería hacer un homenaje a ese gran puchero que son los cuentos tradicionales (...) yo no soy Lewis Carroll, ni soy Alicia, yo soy el sombrerero loco envenenado de Mercurio".

Sacado de contexto todo esto, podríamos pensar que estamos ante la habitante del ático de una mansión construida por las hermanas Bronte, pero Lobato nos situó: "Es una alquimista de las letras, con un vocabulario limpio, claro y rápido. Una mujer que ha leído mucho y ha viajado mucho. Con este libro reirán, sonreirán y hasta se carcajearán. Contentará al adolescente y al paladar del lector más exigente".

Porque (y eso quedó más o menos claro en la presentación), Cámara oscura es un ingenio óptico, tal y como lo ideó Kepler, una habitación con una pequeña ventana en la que la realidad está ahí... al revés. En eso consiste este juego.

La conversación que estos dos viejos compañeros de oficio y entrañables amigos (presentador y escritora) mantuvieron ayer tarde no paró de chisporrotear. Comentaron ese toque oriental de alguno de los cuentos; de Ángela Carter, referencia obligada de Vera ("porque una no puede evitar ser lo que lee"); de algún paseo lateral por Praga; y también de ese toque de elegancia (y desdén) británica que impregna cada hoja. Sí, más o menos de todo eso hablaron para intentar explicar este luminoso compendio de gigantes, hadas, vampiros, hiedras venenosas...

Y es que Óscar Lobato quería transmitir al público el milagro que obraba en este enigmático ejemplar (se puede adquirir en las librerías más selectas). Para ello se quiso fijar en un par de cuentos, por ejemplo en el de las hadas y Pilar Vera le dijo que ese cuento surgió de la visión de un hada encerrada en una lata de sardinas. Lo dijera sin pensar o no ahí estaba la frase. Un hada en una lata de sardinas. Eso dijo.

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