Las puertas se abrieron a las seis de la tarde, pero a las cinco ya estaban allí los primeros. A medida que se acercaba la hora, la entrada del Colegio San Felipe Neri se iba abarrotando de jóvenes, unos disfrazados, pero la mayoría no. Tras varios petardazos con serpentina y papelillos, empezaron a entrar todos corriendo. Llegó el momento que tanto esperaban: se acababa de inaugurar el IV Salón Manga de Cádiz, organizado por el Ayuntamiento y la Asociación Aniraise, y patrocinado por Diario de Cádiz.

"Esto está guapísimo. De lujo", comentaban los primeros de la fila mientras esperaban la apertura de puertas. "Es un pecado mortal no venir", afirmaba Raphy ya dentro del recinto. Iba disfrazado de Hattori El Ninja, un personaje de los años 80 "con el que yo me crié". Cuando empezó a sonar por los altavoces música japonesa, le costaba hablar, ya sólo podía cantar.

Las zonas que se llenaron antes de público fueron la de los juegos de mesa, la de bemani (videojuegos musicales) y, sobre todo, la carpa de las tiendas.

Según cuenta Pablo, de 17 años, que venía desde El Puerto disfrazado de Illidan (del videojuego World of Warcraft), "todo el mundo aprovecha para comparar porque la mayoría de productos vienen importados de Japón y son difíciles de encontrar en otro sitio".

Muchos de los jóvenes que han venido otros años, repiten. Sobre todo por el ambiente que allí se encuentran. "Conoces a mucha gente con los mismos gustos que tú y puedes jugar con mucha gente", señala Irene, de 15 años, que venía desde El Puerto disfrazada de Sakura, de la serie Tsubasa Chronicle. Irene iba con su amiga Ana, que iba sin cosplay porque no le había dado tiempo de acabar el traje. Pero vestía con un estilo propio. "Aquí puedes venir vestido como realmente te gusta sin que te miren raro".

Y, efectivamente, había de todo. Incluso alguno llevaba un disfraz que no tenía nada que ver con la cultura japonesa. Un chico de 16 años iba del doctor House, con bastón incluído. "Me gusta la cultura manga, pero cada uno es libre de ir como quiera", manifestó al preguntarle.

A otros, lo que más le gusta de todo esto es "el cachondeo de los disfraces", como a Carlos, Alejandro y Jesús, de 17 años, que iban de Team Rocket, los malos de Pokémon. Este grupo era muy solicitado por los visitantes para hacerles fotos y ellos posaban muy profesionales, como si fueran los mismísimos personajes de la serie. "Esto es como el carnaval pero más friki", comentaban, aunque ellos se definían como "frikis moderados". Y se despidieron con un "¡a tope salón manga!"

Otro grupo iba de personajes del videojuego Tekken, perfectamente caracterizados. Estos amigos se van a presentar al concurso de cosplay e irán también al Salón Manga de Barcelona a final de mes para presentarse al certamen de allí. Si ganan, irán con los gastos pagados al concurso de cosplay de Japón.

Al inicio de la tarde, representantes del Ayuntamiento entregaron al director de San Felipe los carteles enmarcados de los dos salones manga que se han celebrado en el centro educativo, en agradecimiento por la colaboración desinteresada.

A medida que pasaban las horas, el patio del colegio se iba llenando de aficionados a la cultura japonesa. Y esto no ha hecho más que empezar.