Juego de cartas de estrategia

Magic, un juego de estrategia mundial

  • Magic: The Gathering se ha convertido en uno de los juegos de referencia de varias generaciones.

  • Algunas cartas se han vendido por internet por 76.900 euros.

Varias de las cartas que componen este juego

Varias de las cartas que componen este juego / Joaquín Hernández KIKI

Es el año 1993. Tras años de pruebas, Richard Garfield, un matemático de la Universidad de Pensilvania, publica un juego de cartas coleccionables. En febrero de 2018, Wizards of the Coast, la empresa encargada de su distribución, reveló que entre 2008 y 2016 se habían impreso más de veinte mil millones de estas cartas.

El juego en cuestión se llama Magic: The Gathering (algo así como Magia: El Encuentro en nuestro idioma). Su éxito fue arrollador desde el inicio y su fórmula ha sido copiada por otras empresas, con mayor o menor éxito, como ha sido el caso de las cartas de Pokémon.

La popularidad del juego dio paso a competiciones y torneos, con premios de decenas de miles de euros, que reúnen a un público muy amplio siguiendo cada jugada de los participantes.

¿Y en qué consiste el juego? De base, es sencillo. Dos jugadores se baten en duelo y buscan reducir el total de vidas del otro a cero, utilizando cartas de su propio mazo, que nada tiene que ver con el del oponente. Porque en Magic, cada jugador construye su propio mazo (o lo copia de algún profesional), lo que da lugar a que el juego se pueda complicar hasta el infinito, con miles de interacciones posibles entre cartas. Se han lanzado cientos de expansiones al juego original, introduciendo nuevas cartas y mecánicas y reeditando ciertas, que no todas, las cartas anteriores. De base, sencillo. Cuanto más se profundiza, más difícil es. Y más caro.

Un ejemplo: Black Lotus, una carta de la Alfa, la primera edición publicada, se subastó en julio del pasado año vía web. Su precio alcanzó 87.672 dólares, unos 76.900 euros.

¿Tan caro es jugar a este juego? No. Depende del jugador al final, y del formato en el que quiera jugar (el formato define que cartas se pueden o no jugar). Uno de los formatos más populares, Estándar, permite solo cartas de los últimos dos años. Por lo tanto, no podríamos jugar un Black Lotus en este formato, aunque lo tuviéramos. La carta más cara de este formato no llega a los 50 euros, por lo que la inversión sería menor. De hecho, la baraja más cara de este formato roza los 500 euros (mucho menos que el Lotus). Las más baratas, 20.

Cualquiera podría pensar que la baraja de 500 le gana a la de 20 euros, cuando lo cierto es que no tiene que ser así. El último torneo mundial lo ganó una baraja que no llegaba a los 50 euros. Así que la victoria dependerá más del jugador y de su habilidad antes que del dinero que se haya dejado.

Porque Magic es, antes que nada, un juego de estrategia, de pensar como el oponente y de conocer todas las posibilidades. Hay, por supuesto, una parte de azar, de tener las cartas que te hacen falta en el momento preciso, pero puedes reducirla al mínimo si construyes un buen mazo.

Todo esto puede llegar a abrumar al que lo lee de primeras. Parece que se encuentra uno frente a un juego dificilísimo y económicamente prohibitivo. Lo cierto es que te puedes pasar por una tienda de juegos de mesa en la que te dan un par de barajas gratis para principiantes, te explican como se juega y echas una buena tarde sin haberte dejado un euro. Que luego pique el gusanillo ya es otra cosa.

Hemos visitado dos de estas tiendas situadas en el casco histórico de Cádiz. Una de ellas, Player vs Player, lleva abierta desde abril de 2014 en la capital, pero está en la provincia desde hace 18 años. La otra, Another World, lleva tan solo nueve meses en el mercado.

Antonio Calvario, de Player vs Player, nos cuenta que el público que acude a jugar a Magic a la tienda es de todas las edades, desde jóvenes universitarios hasta padres que se acercan con sus hijos a jugar (y que luego acaban más enganchados que sus hijos). La mayoría son varones, y acuden por rachas sobre todo en los meses de verano (cuando no hay exámenes y los que trabajan están de vacaciones). Con respecto al público que nunca ha probado un juego como este, Antonio nos dice que lo mejor es que se acerquen a probarlo, con una de esas barajas gratuitas para principiantes que ellos te dan en la propia tienda. De hecho, a partir de febrero, se van a organizar actividades familiares pensadas para que los padres se acerquen con los chavales a aprender, con demostraciones de partidas para aprender.

Manuel Benítez, de Another World, comenta que su público varía mucho con la estación del año. Si bien es cierto que en verano se acercaban más familias, ahora que hay colegio el público es mayoritariamente de jóvenes universitarios (y alguna novia). Se deduce que Magic no ha sabido ganarse aún al público femenino, por la razón que sea. Es muy común, nos dice, que un amigo traiga a otro amigo a aprender. El boca a boca funciona muy bien en este juego. Y al público general, le aconseja que no se deje llevar por el precio, que existen mil formas de jugar a este juego sin dejarse el sueldo. También recomienda considerar el juego como una afición, no como un negocio ni como una competición (al fin y al cabo, sigue siendo un juego con cartas, por mucho dinero que mueva). Manuel incide en la agilidad mental que se obtiene con el juego, y en que ayuda a socializar y a aprender idiomas (hay cartas en español, pero mucha gente juega con cartas en inglés y todas las tiendas las venden).

Así que ya saben, si les ha dado curiosidad, pásense por alguna tienda. Y si jugaban hace veinte años, revisen sus cajas viejas. Podría haber un Black Lotus.

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