El Festival de las Minas hace historia
La segunda semifinal contó con una destacada presencia de andaluces
El sevillano Antonio Moreno sorprendió en La Unión con un timbre completamente inédito en la historia de lo jondo. Jamás habían sonado tarantas y soleares, que fueron los estilos que eligió para su intervención, en la marimba, un instrumento de percusión melódica. Lo mejor de la noche en La Unión fue su acompañamiento al cante por soleá del gran Juan José Amador, genial como siempre en su intervención. Cuando la dirección del Festival Las Minas decidió crear un premio para los instrumentistas se suscitó una considerable polémica entre los sectores más conservadores de la afición. Sin embargo, es un hecho que los bajistas, pianistas, violinistas, flautistas e, incluso, marimberos flamencos, son legión y están escribiendo algunas de las páginas más notables del flamenco contemporáneo.
La otra gran sorpresa de la noche fueron los bailes de la gaditana María Moreno, una intérprete imaginativa con un gran repertorio de pasos, que ofreció dos bailes de calidad y, ante todo, muy frescos, naturales. Ambos intérpretes estarán sin duda en la gran final de esta noche, como lo estará Sebastián Cruz, cantaor que acarició el año pasado la Lámpara Minera. El onubense ofreció una interpretación sobria, muy medida, de la cartagenera de Chacón, la minera de Pencho Cros y la taranta. Cantó además por soleá y seguiriyas, estilos que forman parte ya, desde hace años, de su adn flamenco.
La representación sevillana de esta segunda semifinal la completaron la cantaora Tamara Aguilera, aspirante, asimismo, a la Lámpara Minera, y el guitarrista de Dos Hermanas José Marco Serrato que ofreció dos toques solistas muy técnicos y de marcado sabor clásico. De Huelva vino también Cristina Aguilera y de Jerez de la Frontera la bailaora Beatriz Morales que sorprendió en el taranto, de luto riguroso, con una falda de tablas. La única representante no andaluza en la segunda semifinal fue la extremeña Amalia Andújar que, de la mano de su mentor, el veterano guitarrista sevillano Antonio Carrión, ofreció soleares, bulerías y cartagenera de Chacón.
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