Pueden pasar años. Y componentes. Pero Círculo Vicioso "en esencia" siempre suena a Círculo Vicioso. La culpa es de José María Sagrista, alma mater de la formación que nació en Sevilla en los años ochenta, que a día de hoy y desde hace 25 años vive en "el paraíso" tarifeño de Punta Paloma, donde tiene su estudio de grabación y producción. Sagrista, hasta ahora, no se plantea firmar sus proyectos musicales con otro rótulo. "No sé si más adelante pero ahora sigue siendo Círculo Vicioso. Suena a Círculo", dice el músico sobre su nuevo trabajo, Tiempo, que lanza diez años después del último compacto de la banda, Bicho raro.

Tiempo, como su propio nombre indica, ha ido cuajando "con tiempo" y, como el tiempo, "ha ido mutando y transformándose ya que algunos temas están compuesto hace años y otros hace dos días", explica el músico que se ha sorprendido a sí mismo observando "cómo los primeros temas que hice eran mucho más introspectivos e íntimos" para ir evolucionando "a una mirada mucho más vitalista, con más fuerza y más enfocada a tocar en directo con banda", detalla Sagrista sobre los catorce temas que componen este trabajo.

Porque "tocar en directo" y "con banda" es con lo que disfruta el artista que "nunca" ha dejado de "componer y de tocar la guitarra cada día". "Tengo suerte al tener el estudio porque he grabado a mucha gente y por allí pasan muy buenos músicos, músicos que son ya amigos y que han participado en Tiempo", agradece el creador de Punta Paloma Estudios que "como un cliente más" de su casa se tomó "unos días en verano del pasado año para grabar los temas de Tiempo; aunque al final siempre se te meten también otros proyectos y tienes que estar en mil cosas más", ríe sobre el compacto que ha sido masterizado por Mario Alberni en Kadifornia.

El resultado, un disco que avanza desde el plano reflexivo hasta la explosión "dinámica" que pide escenario por los poros. "La banda -Antonio Pacheco (batería), Jorge Ruiz (bajo) y Rubén da Trinidades (guitarra)- ha ayudado mucho a aportar ese dinamismo y vitalidad, de hecho, son músicos muy buenos y jóvenes, ninguno pasa de los 30, yo soy el único pureta", bromea el artista que también ha nutrido su Tiempo con la colaboración de amigos como Toni Jurado, Nani Conde, Andrés Tomás Rodríguez y El Canijo de Jerez, entre otros. "El Canijo es un tipo magnífico y colabora en el tema Por ti yo me levanto. Creo que ha quedado muy bien y, encima, me ha abierto una puerta a un tipo de público diferente", se congratula Sagrista que agradece al músico jerezano "el optimismo" que le ha contagiado.

Tiempo se presentará en directo en nuestra provincia durante varias citas. Así el día 27 Círculo Vicioso estará en la sala Aura de Algeciras, el día 8 de abril en la sala Rock and Roses de Jerez y el 17 en Ecocenter, en Tarifa. En Cádiz también tendrán fecha durante esta primavera.

Aún con la sensación de estar en una nube, la directora del Teatro Villamarta, Isamay Benavente, recordó ayer la entrega de los galardones anuales de la Fundación Premios Líricos Teatro Campoamor, que en esta edición han reconocido el trabajo del teatro jerezano. "Toda la profesión lírica nos trató con muchísimo cariño. Ha sido un subidón impresionante, una experiencia que dudo que pueda olvidar", reconoció ayer Benavente. Junto al teniente de alcaldesa de Dinamización Cultural, Francisco Camas, la directora subió al escenario a recoger dos galardones, un premio a la institución por su contribución al mundo de la lírica -con 10.000 euros- y el segundo fue el Especial del Jurado, un reconocimiento "que ayer nos dijeron que fue unánime por el jurado". "La noticia de la disolución de la Fundación llegó a toda la profesión lírica y ayer nos recibieron con mucho cariño y mensajes de optimismo. De hecho, conocimos los premios hace unos meses, cuando todo estaba en el aire, pero ahora lo hemos recogido en un momento de esperanza, porque ahora sí hay un objetivo", declaró Benavente. "Todavía estoy emocionada. Fue una gala maravillosa, muy mediterránea, una edición muy importante porque también cumplía su décimo cumpleaños. Estaba allí y mi sensación era de 'esto no puede ser verdad...' Pero sí. Lo fue, y la experiencia ha sido impresionante", subrayó.