"Carlos nos aportó mucha dignidad, mucha coherencia"

Los recuerdos se agolpan en la mente de Julio Pardo cuando se le pregunta por Carlos Cano. El músico gaditano tuvo el privilegio de dirigir el coro que, disfrazado del mítico 'Callejón de los negros' acompañó al cantautor granadino en la interpretación de temas como Las habaneras de Cádiz o La murga de los currelantes. Julio, que el próximo año será pregonero del Carnaval como Carlos, recuerda y habla.

-¿Qué sensaciones guarda de la enfermedad de Carlos Cano?

-La verdad es que muy malas. No hemos sido solo colaboradores, hemos sido muy amigos, casi 15 años cantando con él, con muchas vivencias en Cádiz, en Granada, en Madrid... Fue un mal rato, y en estos días su hija Amaranta nos ha llamado y se te vienen a la memoria un montón de recuerdos: buenos, pero también desagradables.

-¿Qué cree que aportó Carlos Cano a Cádiz?

-Aportó casi un himno, como las Habaneras de Cádiz, mucha música, mucha letra, pero sobre todo mucha dignidad y mucha coherencia. Era un tío que lo que pensaba era lo que llevaba a la práctica, y así lo vivía y así lo cantaba. Se ganó muchos disgustos, pero también muchos triunfos por ser digno y coherente. Y en Cádiz, donde somos más gaditanos que andaluces, nos aportó una gotita más de andalucismo.

-Con la Murga de los currelantes en la mano, ¿considera que sus canciones siguen vigentes?

-Habría que ponerle la 'Murga de los pocos currelantes'... Bueno, aunque se ha acabado con el caciquismo, con los terratenientes, hay otro tipo de caciquismo y terratenientes; no son poderosos en tierras, pero sí poderosos políticamente. Sabiendo leer entre líneas, sería de absoluta vigencia, igual que muchas coplas de él.

-¿Qué ha perdido la copla en estos diez años sin Carlos Cano?

-Es el último gran autor, el último gran mito de la copla. Costará que salga alguien con ese genio, con esa impronta, con esa dignidad.

-¿Su pregón tendrá algo de Carlos Cano?

-Por supuestísimo que sí. No voy a contarlo, claro, pero yo quiero que el pregón sea una fiesta, una alegría, que estén los amigos, los que están y lo que no. Y es que su pregón junto a Antonio Burgos ha sido uno de los mejores. Aquello es muy difícil de superar.