Cultura

Cadigenia, la escuela que educa en el humor y en las artes escénicas

  • Los cursos que se ofertan están destinados a todos los públicos, sin importancia de edad, profesión o género Los talleres para niños se imparten en los centros educativos

"Una empresa de formación en la que fusionamos la pedagogía tradicional con las artes escénicas y el humor", así define su trabajoTatiana Sánchez, una de las tres socias de Cadigenia. Una iniciativa que surgió en noviembre del año pasado y en la que también participan Susana Ginesta y Esther Gil de Reboleño.

En Cadigenia se imparten talleres de diversa índole y para todas las edades, como por ejemplo cursos para perder el miedo a hablar el público, taller de gestión del fracaso, clases para emprendedores, cursos para mejorar la sexualidad y la autoestima, talleres contra la violencia de género, entre otros.

También hacen teatro formativo con espectáculos u obras con guiones de elaboración propia que han representado por Cádiz y pueblos de la provincia. Este año llegan con la obra El Guateque, una historia que cuenta la liberación de la mujer en la época de la Transición española.

Además, realizan ponencias y seminarios en diversos lugares, como en la Universidad de Cádiz, donde lograron atraer la atención de los asistentes gracias al uso del humor en el aprendizaje, "y no solo dar datos", comenta Susana. Tatiana y Susana dicen que en su trabajo, "hacemos cosas que impactan" , que se quedan en la memoria de los asistentes, como en la UCA al disfrazarse para hacer una metáfora del superhéroe y la gente voluntaria.

También dan cursos para "niños y niñas" donde les quitan los mitos del "príncipe ideal" y de la "princesa sumisa" que, aunque no lo parezca "están latentes en la sociedad". Al igual que hacen talleres para adolescentes donde intentan hacerles ver que las letras de muchas canciones que escuchan les llevan a "relaciones poco saludables", afirma Tatiana Sánchez, psicóloga de profesión.

Cadigenia intenta mostrar con su original forma de educar que la enseñanza no tiene porqué ser seria y aburrida, sino que el humor puede formar parte de ella y ayudar a que se adquieran de una manera más sencilla o rápida conceptos que de otra forma pueden no ser entendidos tan claramente. Ejemplo de ello es el caso de Susana Ginesta, licenciada en Derecho, quien dio clases en un curso sobre Derecho Penal y fue capaz de impartirlas de una forma animada ya que, como ella misma dice, "me aburrí mucho en mi carrera".

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