Sanlúcar respirará futuro con la esperada y tardía Zona de Bajas Emisiones

La ordenanza, aún en fase de escrutinio público, regula las restricciones de tráfico, los vehículos autorizados o el régimen sancionador de una ZBE que se implantará en el centro histórico de la ciudad

El Defensor del Pueblo señaló a Sanlúcar en diciembre del 2024 como una de las seis localidades andaluzas que seguían sin implantar esta normativa legal

Sanlúcar publica el plan para su Zona de Bajas Emisiones y abre la participación ciudadana

Delimitaciones de la Zona de Bajas Emisiones que se implantará en el centro histórico de Sanlúcar.
Delimitaciones de la Zona de Bajas Emisiones que se implantará en el centro histórico de Sanlúcar.
Manuel Reina

05 de julio 2025 - 07:01

Sanlúcar/Desde hace unos años, en consonancia con normativas y directrices procedentes de la Unión Europea y los modelos de ciudad que se quieren implementar en todo el continente, España sigue la línea de instar a las localidades a crear lo que se denomina la Zona de Bajas Emisiones (ZBE). Es decir, barrios y áreas concretas del entramado urbano en los que se establecen restricciones de acceso, circulación y estacionamiento para determinados vehículos, principalmente aquellos más contaminantes, con el objetivo de reducir las emisiones y mejorar la calidad del aire.

Ahora, aunque con un retraso que le ha valido las quejas y avisos reiterados de algunos organismos como el Defensor del Pueblos, Sanlúcar de Barrameda se lanza a esa transformación urbana con la publicación del borrador de la ordenanza que regulará su propia ZBE. El Ayuntamiento ha hecho pública la normativa que marcará un punto de inflexión en la movilidad local y en la manera de concebir el espacio público, alineándose así con el resto de municipios españoles de más de 50.000 habitantes, que por ley deben poner en marcha este tipo de medidas.

La propuesta forma parte de la tercera fase del Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) y está abierta al escrutinio público. Cualquier ciudadano o colectivo puede consultar el proyecto completo y enviar sugerencias o alegaciones a través del correo electrónico sugerencias_ordenanzaZBE@sanlucardebarrameda.es. Una vez finalizado el proceso participativo, la ordenanza será revisada por los órganos municipales competentes y, en caso de aprobarse, entrará en vigor tras ser ratificada por el Pleno del Ayuntamiento.

De las leyes al plano urbano

La ordenanza nace con el respaldo de un corpus normativo amplio: desde la Ley de Cambio Climático de 2021 hasta el Real Decreto 1052/2022 que regula las ZBE a nivel estatal. El espíritu que la mueve no es otro que el de reducir la contaminación atmosférica en entornos urbanos, proteger la salud pública y fomentar una movilidad más sostenible.

En Sanlúcar, la Zona de Bajas Emisiones ocupará el núcleo histórico de la ciudad, abarcando tanto el Barrio Bajo como el Barrio Alto. La delimitación específica, recogida en el Anexo I del proyecto de ordenanza inclu,ye calles emblemáticas como la Avenida del Quinto Centenario, Calzada de la Duquesa Isabel, Calle San Nicolás, Calle Baños, Carmen Viejo o Plaza de la Paz. A estos barrios se podrá acceder por ocho entradas definidas, cada una con itinerarios autorizados y señalización específica.

Principales puertas de entrada y salida de la ZBE (extraido de la ordenanza).
Principales puertas de entrada y salida de la ZBE (extraido de la ordenanza).

Este espacio central, caracterizado por calles estrechas, un uso residencial elevado y un importante patrimonio histórico, será el banco de pruebas para aplicar un modelo urbano donde el tráfico y las emisiones tengan un papel menos protagonista.

¿Qué vehículos podrán acceder a la ZBE?

En términos prácticos, la ordenanza establece una clasificación de vehículos según su impacto ambiental. Solo podrán circular libremente por la ZBE aquellos con etiquetas ambientales adecuadas. En concreto, los vehículos sin distintivo de la DGT —por norma general los más antiguos y contaminantes— verán restringido su acceso.

El control será especialmente estricto en dos franjas horarias: de lunes a sábado, entre las 8:00 y las 15:00 horas, se permitirá el paso únicamente a ciertos vehículos de transporte y reparto que cuenten, al menos, con etiqueta B. Fuera de ese horario, el acceso quedará reservado a los vehículos autorizados o que estén registrados previamente, lo que exige una planificación más rigurosa por parte de usuarios y residentes.

La norma contempla también excepciones razonables. Se autoriza el acceso a personas con movilidad reducida, residentes, servicios de emergencia, trabajadores con garaje dentro de la ZBE, y vehículos extranjeros que cumplan con los estándares de emisiones pero no figuren en las bases de datos nacionales. También se prevé la posibilidad de otorgar autorizaciones temporales para eventos puntuales o actividades singulares que requieran el uso de vehículos.

Una implementación gradual y reversible

Consciente de que un cambio de esta magnitud requiere adaptación, el Ayuntamiento ha diseñado el proyecto como un piloto de un año de duración, durante el cual se evaluarán sus efectos ambientales y sociales. Esta primera fase será fundamental para recoger datos, valorar el cumplimiento de objetivos y aplicar correcciones si fuese necesario. Se utilizará una red de sensores instalada tanto dentro como fuera del perímetro de la ZBE para medir los niveles de contaminación, permitiendo comprobar en términos reales el efecto de las restricciones.

“El sistema es flexible, progresivo y ajustable”, afirma el texto de la ordenanza. Y es que no se trata de una medida impositiva sin retorno, sino de un plan con vocación de permanencia, pero adaptable a las circunstancias del municipio y a la respuesta ciudadana.

Una de las novedades que introduce la normativa es la posibilidad de delimitar Zonas de Especial Sensibilidad (ZES), con medidas aún más restrictivas. Estas áreas, que podrán establecerse en entornos escolares, hospitalarios, o residencias de mayores, buscarán proteger a los colectivos más vulnerables frente a los efectos nocivos de la contaminación atmosférica. En estos espacios, el acceso se reservará exclusivamente a residentes o vehículos expresamente autorizados, lo que refuerza el componente social y sanitario del plan.

Para garantizar el cumplimiento de las nuevas reglas, el Ayuntamiento implementará un sistema automático de control de accesos basado en cámaras, registro de matrículas y plataformas digitales. Este sistema permitirá verificar qué vehículos tienen permiso para acceder, sin necesidad de capturar la imagen de los ocupantes, respetando así la legislación vigente en materia de protección de datos. Las sanciones, en caso de incumplimiento, serán las previstas en la legislación estatal de tráfico y consideradas como infracciones graves. No obstante, el régimen sancionador no se aplicará hasta pasados tres meses desde la entrada en vigor oficial de la ordenanza, otorgando así un margen para la adaptación ciudadana.

Con esta ordenanza, Sanlúcar de Barrameda no solo cumple con un mandato legal. Se coloca en la senda de una transformación urbana que ya es irreversible: una ciudad que se planifica para sus ciudadanos, no para sus coches. Una ciudad que protege el aire que se respira, especialmente para quienes más lo necesitan: niños, mayores y personas con problemas respiratorios. El borrador está disponible y su aprobación definitiva dependerá, en gran medida, del diálogo entre las instituciones y la ciudadanía. El futuro de la movilidad en Sanlúcar está sobre la mesa, y todos pueden participar en su diseño.

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