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Provincia de Cádiz

Ni rastro de los molinos en Chipiona

  • Tras romper con el Ayuntamiento, Magtel cambia de estrategia y aparta el proyecto de eólica marina de la polémica · "Las conversaciones y el trabajo están más centrados en Madrid que en Andalucía", señala

En agosto de 2010, la empresa Magtel y el Ayuntamiento de Chipiona hicieron efectiva la disolución de Las Cruces del Mar, la sociedad que habían creado un año antes para gestionar la instalación de un parque eólico marino en aguas próximas a la localidad. El giro de los promotores, pocos días antes de la segunda movilización convocada contra el proyecto, fue inesperado y sorprendente. El alcalde, Manuel García (PSOE), admitió que "no se puede hablar de eólica marina desde una óptica localista", y dio un paso atrás después de un año de confrontación política a cuenta de los molinos en el mar. La empresa aseguró que buscaría socios políticos a nivel "provincial, regional y estatal", y pospuso "varias semanas" la presentación del nuevo proyecto. Desde aquel emplazamiento han transcurrido nueve meses, nueve meses sin movimientos públicos, y el rastro de Las Cruces del Mar es difícil de seguir.

Fuentes de la empresa explican que la iniciativa está a expensas de las decisiones del Gobierno. Industria mantiene paralizado sine die el desarrollo de este sector desde la aprobación en 2007 del decreto que enumeró los procesos administrativos que debía seguir cada proyecto de energía off-shore. Las compañías, incluida Magtel, presentaron sus planes, pero la Administración todavía no ha resuelto el concurso mediante el que debía adjudicar "parcelas" marinas del litoral español para su estudio, primero, y su explotación, si procede.

Fuentes de la empresa insisten en que "el Gobierno tiene la palabra" y admiten que el proyecto "no es prioritario", aunque se sigue trabajando en su ejecución. "Las conversaciones y el trabajo está más centrado en Madrid que en Andalucía", señalan las mismas fuentes. Magtel, que intentó desde el principio lograr un consenso social en torno a este proyecto integrando a los ayuntamientos afectados (o beneficiados) y a la Universidad de Cádiz, ha acabado modificando su estrategia: el proyecto está fuera del debate público a expensas de vientos (tanto nacionales como locales) más favorables.

En la preparación de la campaña política de Manuel García no hay rastro de los planes de energía eólica marina, que llegaron a convertirse en pilar de esta legislatura y que suscitaron un movimiento de oposición representado por la plataforma Por un horizonte sin molinos. El regidor, sin embargo, insiste en que su "manera de pensar" no ha cambiado ("las renovables son el futuro", subraya) y recuerda que Chipiona quedó apartada del proyecto cuando informes técnicos determinaron la idoneidad de ubicar el parque en otro emplazamiento: desde Costa Ballena, en Rota, hasta las proximidades del saco de la Bahía. Aquel anuncio de Magtel levantó otra polvareda política y social. La estrategia adoptada ahora tanto por Magtel como los otros aspirantes a la explotación eólica en el mar es no anunciar nada más.

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