La Cabezuela de Puerto Real sigue siendo la dársena que mantiene vivas las cuentas, conjuntamente con las del trafico de cruceros, del puerto de Cádiz.

Su presidente, José Luis Blanco, alertaba en días pasados, durante un desayuno informativo convocado por DiariodeCádiz, de que ese suelo portuario ubicado en la vecina localidad estaba ya rozando el overbooking. Blanco adelantó que a día de hoy está ocupado o, como mínimo, reservado el 83,5% de su superficie, de manera que se avecina el momento en el que la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz (APBC) tendrá que pensar en decirle "no" a alguna empresa que quiera establecer sus negocios en este paraje portuario gaditano.

Pero, como no cabía ser de otra manera, la APBC, antes de decir que no a algún potencial cliente, anda ya dándole vueltas al asunto en busca de un plan B, en busca de un suelo que pudiera albergar el excedente que pudiera tener problemas para instalarse en La Cabezuela.

Preguntado Blanco por este plan B, la respuesta del presidente del puerto de la Bahía es rotunda: Las Aletas, territorio que aguarda desde hace años la materialización de un plan industrial de uso que le dé sentido y lo ponga en el mercado.

A este respecto, José Luis Blanco se ha mostrado siempre especialmente combativo, ya que defiende la adscripción de Las Aletas al dominio público portuario, algo que resolvería, según Blanco, además, el problema jurídico que plantea la Ley de Costas. Esto supondría la posibilidad de que el suelo de Las Aletas se convirtiera en una extensión más de La Cabezuela. La puesta en funcionamiento del tren que unirá definitivamente esta dársena portuaria con Las Aletas y con el trazado nacional de ferrocarriles significará su arranque definitivo.

Emilio Medina, como máximo representante de los empresarios del puerto de Cádiz, ha reconocido en ocasiones que la apertura de esta línea ferroviaria supondría la posibilidad de colocar en el continente europeo, "de manera más rápida y más barata, nuestras mercancías", y que el tren de La Cabezuela podría aportar un crecimiento en el tráfico marítimo de más de 800.000 toneladas.

Estas toneladas de más llegarán de la mano de las empresas ya instaladas y de otras que, una vez iniciado el tráfico ferroviario, verán en Cádiz un lugar idóneo para establecer sus mercancías, sobre todo los graneles sólidos.

Sobre el proceso de desarrollo de Las Aletas, en el que ya "llevamos diez años dándonos chocazos contra la pared", José Luis Blanco hizo especial hincapié en la sinrazón que tenía el hecho de que el ministerio competente en Las Aletas sea el de Hacienda y no el de Fomento, "no tiene sentido que un área logística esté bajo la competencia de Hacienda", sentencia Blanco.

La APBC estima que su integración y la de la Zona Franca en Las Aletas permitirá ofrecer a las empresas todos los incentivos públicos disponibles favoreciendo la implantación de industrias relacionadas con la logística y la intermodalidad, además de ofrecer, según la APBC, a las que ya existen (Dragados, Airbus, Navantia, etcétera) la posibilidad de expandirse.

La Autoridad Portuaria se plantea como un reto relanzar Las Aletas como núcleo de reindustrialización de la Bahía complementando la oferta de suelos productivos de la provincia vinculados a las grandes infraestructuras del transporte, tales como la ZAL de Algeciras y el Parque Tecnológico Agroalimentario de Jerez. La tesis del puerto mantiene que si su suelo se amplía por Las Aletas, la línea de atraque seguirá estando junto al mar, pero el almacenamiento, trasvase, distribución y manipulación de la mercancía podría extenderse a través de este futuro polígono industrial.